domingo, 1 de julio de 2012

Ser diferente es vivir en valores con armonía




Hola hoy llegó la hora de otro post que me lleve a la reflexión profunda sobre a donde va mi vida y que vida quiero vivir. De hecho el mundo es tan cambiante que siempre deja poco para la reflexión. Una vez Steve Jobs perdió la empresa que fundo con tanto cariño Apple y luego de años de reinvención la recuperó y salvo de la quiebra retomando los valores familiares.

Jobs decía que “si queremos ser diferentes, debemos pensar diferente”. Este señor no buscaba sino cambiar el mundo por medio de ideas y debates donde sus empleados estuviesen dispuestos a decirle que estaba equivocado. Muchos años atrás otro gran visionario se dedicó a escuchar las recomendaciones de sus trabajadores para mejorar la seguridad en lo que es hoy el parque de diversiones más soñador y vendedor del planeta Disneylandia.

Hace pocos días escribí lo que es el liderazgo bien llevado y cuales eran las diferencias entre un líder y un jefe, y una característica que olvide mencionar era que un líder pone las narices y el pecho donde siente pasión y se divierte con su trabajo. Yo no soy empresario y la verdad manejo muy mal el dinero, por ello soy periodista y estoy dispuesto a dormir en banca de parque y recorrer lugares ocultos de Lima con tal de ir atrás de la noticia, aunque a veces la recompensa del mundo externo sea ingrata en cuanto a ventas, me di cuenta tarde solo puedo hacer con placer lo que me apasiona.

Ser periodista es ser osado, es ser conversar, es saber escuchar, ver y oír a tú público, nosotros los periodistas de convicción y pasión solo trabajamos en base a lo un público habido de verdad puede tomar con emoción o indignación. El medio no es el que nos hace grandes, tampoco el rating, o la sintonía de la radio. Lo que nos hace grandes es el cariño y la reciprocidad del público que nos muestra su agradecimiento con un mensaje por correo, o cuanta red social exista.

Vivimos en un mundo donde la comunicación digital va ganando terreno a la comunicación personal, antes decaímos que era la radio la que estaba más cerca de la gente, hoy es la computadora a través de los celulares inteligentes los que están en la mano de la gente, pero valga la ironía de esta vida conocemos más y conversamos más por medio de Facebook o Twitter que a nuestro vecino de la esquina u compañero de carpeta.

Qué pasaría si el mundo se quedase sin Internet, pues entonces solo nos quedaría abrazar a quien tenemos al lado y volver a la economía de comunidad bien entendida con solidaridad, responsabilidad y libertad para sacar a nuestros hijos adelante. El mundo evidentemente no se quedará sin Internet, por el contrario esta red ganará mas terreno y muy pronto todos seremos parte de una gran base de datos en un dispositivo aún más avanzado que el microchip, pero aún digitalizados seguiremos siendo seres humanos en busca de respuestas que nos lleven a más preguntas sobre nuestra existencia e inicios de civilización en un mundo más allá de la imaginación actual.

Somos los seres humanos amos y dueños únicos de nuestro destino, somos seres que son, piensan, hacen y crean en base a los valores aprendidos desde niños, después de todo los valores difícilmente sean entendidos por una computadora, nunca una carita feliz de la red podrá reemplazar al abrazo de mi padre, cuya fotografía veré en frío monitor, pero esta me inspirará un sentimiento de amor que será enviado a la memoria de mi hijo con una imagen de amor familiar.

Cuando ingresé a la universidad pensé que esta me daría trabajo de inmediato me proporcionaré mi título, luego cuando me frustré por que lo pensado jamás paso, me llevo a descubrir un mundo para mi oculto de la gran Lima y donde el desempleo es amigo de la mentira y gestor del robo, gracias a Dios yo nunca caí, pero vi a muchos que si, siempre me pregunté por que nunca caí hasta el fondo del abismo oscuro de la vida. La única respuesta que encuentro es que mis padres por más discrepancias y peleas que tuve con ellos nunca dejaron de abrigarme entre sus brazos. Aquellos brazos se convirtieron en esperanza, y aquella esperanza se convirtió en confianza de quienes vieron en mi una persona valiosa para su empresa.

Hoy se dice que el mundo esta a puertas de una crisis financiera y por ende conflictos sociales en masa, yo solo puedo responder por mí y mi familia de que esto nos podrá aturdir, pero no nos hará caer y tampoco tirará por el tacho la confianza ganada con años de sudor y lealtad a los valores que me inculcaron desde niño.

No es la economía la que está fallando, no son las empresas las que no están caminando son los malos ejemplos los que se están imponiendo de manera irresponsable, son las malas artes para dividirnos en un mar de mentiras las que nos quieren llevar al hoyo para un “grupete” de ladrones y vividores de miseria se queden como los reyes secuestradores de un pueblo deseoso de desarrollarse en paz.

Los peruanos afrontamos crisis varias, desde la vida república con la quiebra nacional que esta nos trajo luego de la emancipación, pasando por la caída de las Torres Gemelas y la expansión mortal de un asistencialismo que nos ha llevado a la miseria y explotación del hombre por el hombre a manos del látigo de la indiferencia estatal no de parte de un Gobierno, sino de empleados ineficientes que solo nos engañan sentándose ocho horas en una oficina, haciendo todo y nada al mismo tiempo.

Los peruanos somos mejores que esos “grupetes” de ladrones miserables. Hace un tiempo alguien vio una fortuna donde solo había un desierto y aquello trajo grandes obras de irrigación que hoy dan empleo sostenible a miles de personas y podrían ser más empleos sino fuera por la mezquindad.

Algo aprendí el último año y medio y esto es que la codicia desmedida por el poder, la mezquindad, el egoísmo, la soberbia, la apatía, y la chismografía terminaban en un mar de mentiras que destruye a los seres humanos y corroe sus mentes con una espantosa basura de mediocridad y que emana de un conformismo irritable para quienes se revelan ante ello.

No soy juez, tampoco fiscal, pero juzgo desde lo que veo hasta lo que siento por declararme impotente de revertir la situación, pero como dicen donde se cierra una puerta se abre otra, o mejor dicho Dios te pone en la mano la llave de un nuevo amanecer, y ese amanecer solo es prospero si los valores de verdad, respeto y trabajo a conciencia son fuertes en nuestros corazones.

Bueno soñadores de la justicia es tarde y debo dormir con la esperanza de que esta mañana estaré con seres que amo mucho recorriendo Lima, mi tío Eliseo quien llegó desde su querida Metán y por su puesto mi amada Mei-Ling, que tenga un buen inicio de semana, recuerden que los sueños no se pierden y hacen realidad con cada amanecer.

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