Bueno señores hoy es un día que será diferente al resto por
que estoy dispuesto a ganar y hacer ganar a quienes están a mí alrededor. Se
que tengo un compromiso importante que cumplir conmigo y con un proyecto
postergado por mucho tiempo y ese es hacerme feliz cumpliendo las promesas que
yo me hice a mi.
Algunos podrán decir con justa razón que soy egoísta,
egocentrista, yoista o que no veo a mi alrededor, la verdad si alguien lo
piensa no me interesa, si alguien cree que lo soy, pues bien por él, yo se que
no es así. Antes hasta yo mismo me lo cuestionaba, ahora cambié, pero debo de
pagar las deudas conmigo mismo para estar en una paz con plenitud.
Mi padre don Roberto Rendón Vásquez, mi mamá Ana María Acat
Koch, mi hermano Roberto Rendón Acat, mi novia Mei Ling Kamt, mis amigos
Camatex, Erick Osores, ELT, Giancarlo, y muchos más esperan verme salir como
los grandes de mis deudas personales que van más allá del dinero, mi gran deuda
como ser humano es reivindicarme conmigo mismo, honrar mis apellidos, y cumplir
mi gran sueño de infancia: ser el periodista cuya pluma, voz o imagen jamás
será vendida puesto que el único capaz de comprarla es mi conciencia que me
paga con la paz interior.
De hecho ser sincero es lo más complicado del mundo, ser
sincero con uno mismo lo es mucho más puesto que también se necesita el dinero
para vivir, pero este te puede convertir en la mayor abominación de la
humanidad: un ser arrastrado, sin alma, cuya conciencia no existe, y los
valores si pasaron por allí no significaron más que una bonita palabra sacada
del diccionario de la vida.
No soy juez para sentenciar, no soy fiscal para acusar y
mucho menos procurador para defender en un tribunal confuso donde confluyen más
de dos personalidades agobiadas por la vida diaria y donde no hay otra cosa más
que un montón papeles enterrados, que duermen de manera cruel el sueño de los
justos, en una sociedad cada vez más confundida por la escasez de trabajo bien
remunerado.
Es complicado levantarse por la mañana y enfrentar un mundo
que te responde con indiferencia e intereses creados alrededor de unos soles,
billetes verdes o euros, es más complicado no caer en la tentación de corromper
o ser corrompido, puesto que nuestros seres queridos no pueden llevarse a la
boca la frase cliché enseñada en los tantos colegios nacionales y particulares
del Perú costero, de la sierra y de la selva: “pobre, pero honrado”.
Aunque José María Escrivá de Balaguer comprendió que los
hombres debían de vivir humanamente la vida santa, además hay una frase de este
beato español que a mí en lo personal me hace recordar la vida que lleva mi
padre: “La entrega es el primer paso de una carrera de sacrificio, de alegría,
de amor, de unión con Dios. Y así, toda la vida se llena de una bendita locura,
que hace encontrar felicidad donde la lógica humana no ve más que negación,
padecimiento, dolor”.
Ante esto debo de señalar que mi padre criado como católico
practicante dejó de creer por varios años, pero aún así la vida le dio más de
un motivo para sonreír con la firmeza una esposa abnegada, y un hijo estudioso
tanto como responsable, me refiero a mi hermano Roberto, abogado sanmarquino
como él, a quien nunca dejó de proteger y hasta ahora acompaña en sus
oraciones.
Yo por el contrario fui más que irrespetuoso y me valí de mi
padre para mil cosas que no valían la pena y hoy arrepentido por mis errores
del pasado no se como pedirle ayuda para vivir en paz, no por mis deudas, sino
por que quiero darle a Mei Ling la misma protección que este señor abogado e
hijo ejemplar le dio a mi madre.
Es complicado ser un hijo problema que no entiende al mundo
mercantilista, es más complicado ver como un papá y una madre ejemplar velan
por sus hijos resolviendo problemas de las instituciones o personas con las que
trabajan, para que nunca falte la esperanza en el hogar.
No soy un hijo cualquiera soy un Rendón-Acat, soy el
heredero de la convicción de los primeros, de la bondad de los segundos y de la
sinceridad de ambos. Mi lado sensato lo aprendí del ingeniero Angulo, el
escribir medianamente coherente lo aprendí de Camatex, mis reforzamientos de
integridad lo aprendí de E. Osores, y E. Lavalle, así como la osadía de Gian
Carlo y conocí el verdadero sentido del amor con Mei-Ling.
Además mi nombre de origen eslavo: Vladimir tiene como
significado príncipe de la paz y toda mi familia (paterna y materna) desafío a
la realidad convirtiéndola en sueños tangibles y sonantes.
Hoy como muchas veces voy a dormir pensando en que allí
afuera en el mundo terrenal hay más de un soñador esperando una señal de
esperanza, para verla hay que mover el culo y pelear en nuestra trinchera por
un mundo mejor con la mejor arma para tocar conciencias: la palabra y el
ejemplo solidario con responsabilidad.
Lo digo por todos aquellos que solo buscan un lugar para
vivir donde la verdad trunque el paso a la mediocridad, apatía, y desesperación
que genera un mal conocido a nivel mundial como corrupción.
Saludos soñadores que tengan buenas noches, y si lees esto
papá quiero decir que te amo, puesto que tú venciste una realidad y la
moldeaste justo a la medida de tus sueños, discúlpame por no ser abogado como
siempre añoraste.
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