viernes, 20 de julio de 2012

Carta de perdón para papá


Bueno señores hoy es un día que será diferente al resto por que estoy dispuesto a ganar y hacer ganar a quienes están a mí alrededor. Se que tengo un compromiso importante que cumplir conmigo y con un proyecto postergado por mucho tiempo y ese es hacerme feliz cumpliendo las promesas que yo me hice a mi.

Algunos podrán decir con justa razón que soy egoísta, egocentrista, yoista o que no veo a mi alrededor, la verdad si alguien lo piensa no me interesa, si alguien cree que lo soy, pues bien por él, yo se que no es así. Antes hasta yo mismo me lo cuestionaba, ahora cambié, pero debo de pagar las deudas conmigo mismo para estar en una paz con plenitud.

Mi padre don Roberto Rendón Vásquez, mi mamá Ana María Acat Koch, mi hermano Roberto Rendón Acat, mi novia Mei Ling Kamt, mis amigos Camatex, Erick Osores, ELT, Giancarlo, y muchos más esperan verme salir como los grandes de mis deudas personales que van más allá del dinero, mi gran deuda como ser humano es reivindicarme conmigo mismo, honrar mis apellidos, y cumplir mi gran sueño de infancia: ser el periodista cuya pluma, voz o imagen jamás será vendida puesto que el único capaz de comprarla es mi conciencia que me paga con la paz interior.

De hecho ser sincero es lo más complicado del mundo, ser sincero con uno mismo lo es mucho más puesto que también se necesita el dinero para vivir, pero este te puede convertir en la mayor abominación de la humanidad: un ser arrastrado, sin alma, cuya conciencia no existe, y los valores si pasaron por allí no significaron más que una bonita palabra sacada del diccionario de la vida.

No soy juez para sentenciar, no soy fiscal para acusar y mucho menos procurador para defender en un tribunal confuso donde confluyen más de dos personalidades agobiadas por la vida diaria y donde no hay otra cosa más que un montón papeles enterrados, que duermen de manera cruel el sueño de los justos, en una sociedad cada vez más confundida por la escasez de trabajo bien remunerado.

Es complicado levantarse por la mañana y enfrentar un mundo que te responde con indiferencia e intereses creados alrededor de unos soles, billetes verdes o euros, es más complicado no caer en la tentación de corromper o ser corrompido, puesto que nuestros seres queridos no pueden llevarse a la boca la frase cliché enseñada en los tantos colegios nacionales y particulares del Perú costero, de la sierra y de la selva: “pobre, pero honrado”.

Aunque José María Escrivá de Balaguer comprendió que los hombres debían de vivir humanamente la vida santa, además hay una frase de este beato español que a mí en lo personal me hace recordar la vida que lleva mi padre: “La entrega es el primer paso de una carrera de sacrificio, de alegría, de amor, de unión con Dios. Y así, toda la vida se llena de una bendita locura, que hace encontrar felicidad donde la lógica humana no ve más que negación, padecimiento, dolor”.

Ante esto debo de señalar que mi padre criado como católico practicante dejó de creer por varios años, pero aún así la vida le dio más de un motivo para sonreír con la firmeza una esposa abnegada, y un hijo estudioso tanto como responsable, me refiero a mi hermano Roberto, abogado sanmarquino como él, a quien nunca dejó de proteger y hasta ahora acompaña en sus oraciones.

Yo por el contrario fui más que irrespetuoso y me valí de mi padre para mil cosas que no valían la pena y hoy arrepentido por mis errores del pasado no se como pedirle ayuda para vivir en paz, no por mis deudas, sino por que quiero darle a Mei Ling la misma protección que este señor abogado e hijo ejemplar le dio a mi madre.

Es complicado ser un hijo problema que no entiende al mundo mercantilista, es más complicado ver como un papá y una madre ejemplar velan por sus hijos resolviendo problemas de las instituciones o personas con las que trabajan, para que nunca falte la esperanza en el hogar.

No soy un hijo cualquiera soy un Rendón-Acat, soy el heredero de la convicción de los primeros, de la bondad de los segundos y de la sinceridad de ambos. Mi lado sensato lo aprendí del ingeniero Angulo, el escribir medianamente coherente lo aprendí de Camatex, mis reforzamientos de integridad lo aprendí de E. Osores, y E. Lavalle, así como la osadía de Gian Carlo y conocí el verdadero sentido del amor con Mei-Ling.

Además mi nombre de origen eslavo: Vladimir tiene como significado príncipe de la paz y toda mi familia (paterna y materna) desafío a la realidad convirtiéndola en sueños tangibles y sonantes.

Hoy como muchas veces voy a dormir pensando en que allí afuera en el mundo terrenal hay más de un soñador esperando una señal de esperanza, para verla hay que mover el culo y pelear en nuestra trinchera por un mundo mejor con la mejor arma para tocar conciencias: la palabra y el ejemplo solidario con responsabilidad.

Lo digo por todos aquellos que solo buscan un lugar para vivir donde la verdad trunque el paso a la mediocridad, apatía, y desesperación que genera un mal conocido a nivel mundial como corrupción.

Saludos soñadores que tengan buenas noches, y si lees esto papá quiero decir que te amo, puesto que tú venciste una realidad y la moldeaste justo a la medida de tus sueños, discúlpame por no ser abogado como siempre añoraste.

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