jueves, 31 de mayo de 2012

El encierro de la memoria en un pre-Maranguita: Villa Teresa



Bueno como siempre de madrugada es hora de escribir otro post esta vez hablaré sobre algo de lo cual nunca habló, pero lo cargo conmigo desde mi ser más profundo y que sale a relucir en momentos de crisis y frustración provocada por quienes más amo mi papá y mi mamá.

De hecho ya he contado muchas veces que fui víctima del cruel y macabro maltrato escolar en la promoción de 1994 del colegio Villa Teresa, al cual muchas me refiero con el cariñoso nombre de penal de menores, o pre Maranguita, de hecho sería un gran insulto llamarlo centro educativo, por que de allí salió un Caligula, y hasta más de un burrier de “poca monta”.

Si pues odio el colegio, odio a mis padres cuando recuerdo las escenas de maltrato animal sin sentido de parte de muchos profesores, seudo compañeros de aula que me robaron los 4 años que estudie allí, y hasta más tiempo una vez terminado el colegio. Hasta ahora recuerdo como un Javier Robles de manera más abusiva me tiró una mochila contra mi humanidad, al día siguiente de un partido en que Cristal derrotó a la “U” por 2-0 y de paso junto a un Krishna me agarraban a escupitajos como si fuera su muñeco de descarga de odio.

Si era un odio sin sentido alimentado por las personas que más amo, pero que también me han condenado al asistencialismo extremo de su parte y quienes nunca dejaran de recriminarme a diario por que en el fondo ellos también quieren verme sufrir, y sentenciarme como un juez y un fiscal a un laberinto de recuerdos y dolo absoluto que calme su ira extrema.

No crean que no quiero a mis padres, si los quiero y los adoro, pero también cometieron muchos errores conmigo, solo por quedar bien ante el mundo mostrándose como los padres implacables que educaron de manera estricta a su hijo problema: yo.

No fui nunca el que inició una de mis millones de peleas en el colegio, nunca agredí a nadie por el contrario mi sueño siempre fue salvar al mundo de los malos de corazón y espíritu que transformaron su odio en golpes contra mi humanidad, como lo bien lo hacían Correa, Robles, secundados por Krishna y su bien guardaespaldas amigo Guillermo Carpio, algún día en algún momento de mi vida me gustaría tener la respuesta a tanto odio sin sentido y también quisiera saber por que Lino dejó tantos abusos para conmigo.

La verdad yo no le creo a ese profesor cuando me dijo una vez el día de Navidad del 2011, que no sabía nada de lo que pasaba, por el contrario sabía todo por que escuchaba por un parlante que tenía conectado en cada salón y que iba directo a su oficina de dirección. Tal vez hasta ahora recuerde el día que cobraba las pensiones por que eso sí el sueldo nunca dejó de cobrar.

A ver nunca antes lo dije con nombre y apellido pero ese colegio Villa Teresa de reformatorio tenía todo, es más una vez que lo demolieron construyeron un hotel donde se llevó a cabo un crimen muy sonado el de Stephany Flores.

Si a todos ustedes promoción del 94 de ese pre Maranguita llamado Villa Teresa, les interesa saber algo pues ganaron y cumplieron su objetivo me dejaron encerrado en los pasillos de mi memoria, cuyos platos rotos a diario los pagan mis padres por que fueron ellos los que alimentaron sus bolsillos con el dinero que les pagaban por maltratarme, ahora entiendo por que mi papá no tiene un sol, pagarle 100 dólares diarios a ustedes por la tortura hacía les resulto más que un buen negocio, no es cierto “Javiercito Robles”, supongo que ahora debes disfrutar a mucho dar tus peleas de Street Fighter, jurándote Ken, bueno ganaste tu guerra sin sentido hacía a mi, causaste un muro mental que me impide tener derecho a ganar y a acogerme al asistencialismo de mis padres.

Están contentos ganaron, son campeones promoción 94, los felicito los aplaudo, de hecho Krishna debes de vivir muy feliz junto Javier, Lainez y compañía por los que crearon, y usted Lino debe saltar en un pié.

La verdad es que la vida como en el fútbol te da revanchas y en algún momento de este llamado vida tendré el mío. Roberto Rendón Vásquez, ganaste tus mil puntos llenándome de rencor y odio absoluto contra ti, que va carcomiendo el amor que aún te tengo, junto con el de mi madre, pero ya se termina. Como siempre también es divina.

Este post está dedicado a la guerra de mis recuerdos, que hoy ganó el señor de las pesadillas y la noche de tinieblas.

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