Bueno ahora toco el turno de un nuevo post, por lo general
escribo de noche, pero hace varios días no lo hago y aunque me acabo de
despertar con el brillo de un sol de invierno y medio resfriado llegó el turno
de hablar sobre la importancia del trabajo, puesto que este primero de mayo
recordamos a los Mártires de Chicago, que lucharon por el horario de las ocho
horas.
Por ello he aquí mi primera reflexión cual es el lugar que
ocupa el trabajo en nuestra vida? El trabajo lo es todo o debe de abordar todo
nuestro tiempo? Creo que no, pero sin duda el trabajo es uno de los derechos
humanos al cual todos tenemos derecho, puesto que si no lo habría no tendríamos
como mantener una familia, o sostenernos nosotros mismos, pero el trabajo debe
tener su lugar y espacio propio que no nos debe restar tiempo para abrazar a
quienes amamos.
Mi padre don Roberto Rendón Vásquez, es un abogado
laboralista que pone el pecho por todos los trabajadores ya sean sindicatos o
empresarios, es que acaso pensaban que los empresarios no son trabajadores,
pues si lo son, y son el primer eslabón en la cadena productiva, puesto que sin
ellos no habría inversión y por ende no habría empleo, además no se le puede
restar importancia a los vendedores. Que sería sin vendedores? Los vendedores
son a quienes les debemos se mueva el dinero, y se genere ganancia con la cual
cobramos nuestro sueldo a fin de mes, es que en la cadena de producción todos
son importantes desde el inversionista, hasta el consumidor final, pasando por
el policía que cuida la calle donde trabajamos para evitar ser víctimas de un
robo.
Ahora me preguntaran con justa razón por que meto siempre a
mi padre en mis post, bueno pues en esta ocasión es inevitable, don Roberto
Rendón no es solo un padre dedicado por entero a su familia, sino también es la
persona que junto a mi madre, doña Ana María, me enseñó a defender causas
sociales sin perder la perspectiva del deber que adquirimos con nuestros actos,
y fue don Roberto quien en 1989 argumentó ante cientos de juristas americanos
en Cuba, “la importancia del trabajo como un derecho humano”.
Sí fue este señor con quien hoy discrepo mucho, quien me dio
a entender que el trabajo es un derecho fundamental de la persona, que así como
derechos, también nos trae deberes que cumplir, y que así como se puede
defender a un sindicado, también se debe de defender con el mismo ahínco a un
empresario.
Yo les pregunto quien es más importante en una empresa el
señor de seguridad o el propietario? La verdad yo creo que ambos, por que si no
hubiera seguridad no se podría trabajar en paz, y si no hubiera empresario no
habría a quien cuidar, además no habría empresa que pueda producir, y es allí a
donde voy una empresa que no produce no es empresa, una empresa que no venda no
es empresa, una empresa que no innove no es empresa, y una empresa no cumpla
con sus trabajadores no es empresa, y una empresa que no salga a vender no es
empresa.
Por que las empresas
producen bienes o brindan servicios por los cuales con justo derecho cobran, y
para ser mejores en un mercado de alta competencia tienen que innovar y
diferenciarse del resto, y si no salimos a vender entonces no habría ganancia
ni a quien darle nuestros productos, o servicios, y para ellos los trabajadores
son pieza clave.
Es imposible no decir que en este mundo de las redes
sociales y la innovación tecnológica las
comparaciones son hasta injustas o desgarradoras, pero también es imposible no
decir que los conceptos de trabajo no se deben medir por cuanto tiempo pasamos
en la oficina tomando café, escuchando música, o usando la PC puesto que muchos
solo la usan para entrar a Facebook. El trabajo nos guste o no se tiene que
medir por cuantos problemas resolvemos a diario, o cuanto producimos para
beneficio de la empresa a la cual nos debemos, y es que trabajo se tiene que
hacer movido por la pasión, y el amor a nuestras familias.
Recuerdo mucho a don Roberto y doña Ana María, mis padres
que pese a tener 76 y 65 años todos los días se levantan a las 5: 50 AM para
trabajar ya sea resolviendo sus casos propios de un abogado o buscar nuevos
clientes, y todo para que sus hijos tengan la tranquilidad de vivir en un hogar
donde no falte nada, por ello hizo bien mi padre al exponer en 1989 en el
Palacio de las Convenciones de La Habana, sobre el trabajo visto como uno de
los primeros derechos humanos al cual todos debemos acceder.
Hasta otro post feliz día del trabajo a todos.
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