Hoy o mejor dicho ayer fue un día como cualquier otro por la mañana el tráfico de Lima hizo que muchos llegaran tarde a su trabajo, hubo más choques, para variar toma de carreteras y como ya es costumbre un soldado murió en el VRAE, provocando una nueva viuda y otros cuantos más niños se quedaran huérfanos.
La verdad que vivir en el Perú parece una
historia de terror muy digna de ser contada y si que la cuentan sino compre un
diario, o vea un noticiero, se salvan solo las radios musicales y eso por que
también hay quienes nos cuentan una desgracia en medio de nuestras canciones
románticas, salseras, rumberas y por qué no también con las que bailamos el ya
celebre baile del choque, o llevado a la practicas “fricción de genitales”.
Pareciera que estamos en el reino del caos y
donde el presidente Ollanta Humala, es un personaje sacado de un conocido
cuento infantil llamado “El traje nuevo del emperador” donde el gobernante era alabado
por vestir un traje supuestamente elaborado con una tela invisible solo vista
por inteligentes y donde un niño inocente se atrevió a decir la verdad que el
emperador estaba en paños menores por no decir desnudo.
Dije que vivimos en el reino del caos recordando
la gran serie cómica de los años 60 y 70, donde un peculiar agente de
inteligencia llamado Max o mejor conocido como el Agente 86 resolvía los casos
de espionaje con un arma difícil de vencer: la inocencia de un niño que solo
buscada defender la paz y para ello laboraba en una agencia de
contrainteligencia de nombre Control. De hecho es una serie norteamericana
donde podíamos ver como la fuerza la verdad y los buenos sentimientos podían
vencer a quienes con su maldad nos querían envenenar nuestras alma, pero no
contaron con que la sinceridad doblegada a cualquier mal provocado por el
hombre.
Es que hombres imperfectos somos y seguiremos
siendo, somos tan endebles como un niño que busca refugio en oso de peluche. Yo
buscada ese refugio en un muñeco llamado Pepe, que no era más que un peluche
que me obsequio mi madre para que acompañase cuando ella demoraba en llegar a
casa y me encontraba dormido.
Hoy en día todos tenemos que reconocer que el
Perú cambió, o tal vez regresó a ser aquel país donde las diferencias eran
marcadas entre oligarcas, aristocráticos, obreros e indigentes. Qué nos pasó?
Por qué somos los cangrejos que caminan mirando para atrás, seguimos
enfrascados en una lucha donde gana quién mejor ejerce su fuerza de presión,
choque y donde la gasolina es sin duda el dinero.
Dudo mucho que ese es el Perú que me halla
querido heredar mi papá y mi mamá, dudo mucho que ese es el Perú que queremos
seguir teniendo, pero hablemos con la verdad así me duela la corrupción, la
pobreza, la miseria, y la hambruna tienen raíces históricas y todas tienen un
guardián y/o denominador común el “Satán” de toda la maldad el asistencialismo
que solo provoca compasión y más abandono, por ello yo deje una rueda viciosa
que envolvió en ese mal endémico de muchos pueblos subdesarrollados, hablo de una rueda que gira
entorno a la miseria y provoca más hambre y atraso, por Dios pido a Jesús y la
gente sensata nunca más me dejen caer en esa bajeza provocando más pobreza en
el Perú del hoy y del mañana.
A quién culpar pues a nadie, somos nosotros
los que muchas veces no podemos luchar contra nuestra propia naturaleza, como
dijo uno de los personajes de Los Vigilantes, me confieso capaz de cambiarlo
todo menos la naturaleza humana, así somos seres compasivos que provocamos la
miseria con un asqueroso asistencialismo que han hecho todos los gobiernos sin
excepción y ninguno de salva.
Disculpen por esta frase cruda y horrible,
pero es la verdad somos un territorio marcado como país con grandes dotes para
salir adelante, pero somos un república mal parida, donde la pelea y la
ambición desmedida por la poder nos termina por enfermarnos. Si pues el día que
aceptemos que somos un país enfermo y a la vez maravilloso por que tenemos la
cura en la mano saldremos adelante. Si me preguntan cual es la cura solo debo
de referirme a las leyes que nos rigen y nadie hace cumplir por qué a los
delincuentes se les tiene compasión y no se les trata como lo que son tiranos
que nos esclavizan por la fuerza bruta y la fuerza del dinero que nos corrompe
o mejor dicho que no nos corrompe, por que solo causa efecto en quienes no
tienen claro los valores de sinceridad y lealtad, ideales que deben regir la
vida de los hombres en este maravilloso llamado Perú.
Si no me voy de este país es por dos razones o
hasta cuatro: la primera es que no quiero ser uno más del montón que se rinda y
se junte con el lado oscuro, la segunda es que estoy seguro aún existen muchos
hombres de buena voluntad que no resignan a vivir como están y dan la pelea con
su trabajo diario, la tercera es que nunca se debe perder la esperanza en un
mañana mejor que puede tardar en llegar, pero estoy seguro llegara con la
educación y las lecturas de paz, la cuarta es que no quiero que quien sea mi
hijo y el Mei-Ling viva en un país en caos constante, donde yo no hice nada por
cambiarlo.
Señores queremos cambiar el Perú para bien o
quieren vivir en la N de nunca, que solo trae la Nada, quieren eso? Quieren un
país donde prevalezca la mentira, quienes un país donde no puedan confiar en
nadie? Disculpen yo no quiero ese país y desde luego quiero un país llamado
Perú, donde lo único que lleva a caminar sobre él es la esperanza un mañana
mejor no para mí sino para quienes sean mis hijos, mis nietos y las futuras
generaciones por eso si quieren hacer asistencialismo regalen un libro que solo
trae reflexión y paz.
Fue el post de esta noche dedicado a quienes
buscan y no pierden la fe de vivir en un Perú con esperanza.
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