viernes, 8 de junio de 2012

Este es post dedicado a los que te quieren, pero también te hacen daño


Bueno llegó la hora de otro post espero me de la energía para escribir otro antes del domingo, es viernes y las música pachanguera empezará a sonar con la gran mayoría de discotecas repletas de gente queriendo mover el escueto luego de una resaca dura y pareja de trabajo conciso. Sobre que escribir hoy pues hablaré sobre algo que hago muy poco y que de hecho solo hago con Mei-Ling los fines de semana: bailar, así que ustedes mal pensados solamente puedo decirles: plancha quemada

Sobre música no se mucho, por no decir nada, pero no puedo negar que me encanta bailar “Pequeña traviesa” con mi “Chini” amada, así como también tenga más de mil razones para dedicarle a dos personas especiales: “Lo que paso paso”, si pues para ellas dos paso más rápido que para mi, lo que para ellas pudo ser un arranque de locura juvenil madura, para mi fueron etapas muy marcadas de mi vida que me dejaron un sello de frustración e impotencia por no amarme yo mismo en aquellos momentos, que dicho sea de paso fueron tan lindos, como sufridos y recuerdos amargos.

Ahora una esta casada en la Argentina y otra muy casada en Japón, a ambas las recuerdo con gran nostalgia, cariño y agradecimiento puesto que sino fuera por ellas no valoraría tanto lo que tengo hoy en día. De verdad no se si alguna vez me habrán querido tanto como yo a ellas, o si yo signifique lo que ellas para mi. Mi gran duda siempre será saber si me recuerdan con una milésima de amistad, aquella que no quiero perder puesto que sería agradable un buen bembos recordando momentos tan románticos como graciosos pasados los años.

Es que los sentimientos son como Polystel, “se mantienen joven aunque pasen los años”, por que lo vivido nadie lo borra del disco duro del aprendizaje diario. Hoy 8 de junio del 2012 puedo decir que tengo una vida plena, llena de amigos sinceros, compañeros de trabajo amables, jefes atentos y familiares comprometidos y en la lista de comprometidos desde luego están Mei-Ling y Giancarlo.

Si hay una persona quien será merecedora de todo mi amor ese será mi hijo Roberto Eliseo, el día que Dios me de la gracia de ser padre y si es mujer el nombre lo escogerá Mei-Ling y ella quiere que se llame Camil. Bueno a la futura jefa de casa no tengo como contradecirla, por más renegón que sea no puedo negar que nunca hago caso, o si lo hago es omiso, pero con Mei-Ling no puedo darme ese privilegio, otorgado solo a quien amo con todo mi ser.

A ver he hablado siempre de Mei-Ling, mis amigos, mis padres, mi hermano y de Giancarlo, tal vez sea momento de hablar sobre una persona que me caló tan hondo como febril y por la cual aunque no lo vea seguido también me desvivo como amigo, me refiero a E. Iván. O Patiño, es un periodista hábil y de sapiencia adquirida con la calle, el paso de los años, los libros, ver Fox, TyC, así como ESPN.

E. Iván no es un amigo es una conciencia represiva de mis sentimientos de infancia que están prohibidos de expresar en un trabajo, es mi amigo lo quiero como un hermano, pero no podría volver a trabajar con él, ser puteado por este señor del periodismo deportivo es tal cual como “si tú madre hablara mal de ti con sus amigas y a ti te reviente cohete solo por que eres su hijo”, suena contradictorio pero es cierto así me sentí más de una vez laborando a su lado, y por ello también en más de una ocasión me autofragelé, con la tortura de los recuerdos por los errores que alguna vez cometí, pero también creo que en un momento su dureza lo hizo ser mezquino para con mis escasos logros de momento, pero bueno el tiempo paso y Dios me dio una segunda oportunidad, cuando esta debió de llegar, de ser un frustrado autorepresivo, pasé a ser un líder valiente de mi vida, al que aún le queda mucho por rebanar donde le toca estar. Gracias a una fe recuperada por tres personas esenciales en el 2010, ahora soy una persona apasionada y con valores.

Estas tres personas son el señor E Cobos, Gigi de la Quintana, y por su puesto Carlos Martín Teixeira, o simplemente Camatex, bueno sería difícil no mencionar a mis padres, Giancarlo y Mei-Ling, pero hoy el ritmo de la música me lleva a dedicarle una canción de fútbol a Iván Patiño y esta es: “Ganamos, perdemos, pero al lobo lo queremos”. Sí se que I. Patiño, donde este y con su dureza típica para quienes ama, me dará la razón como hermanos que somos.

Hablar de periodismo es hablar de una música hecha noticia que te inspira día tras día y te lleva a competir de manera legal, pero discreta, celosa y cauta con tú mejor amigo, puesto que este trabaja en el medio rival al cual se le tiene que ganar en lectoría, rating, radioescuchas o visitas, pero tanta bronca por ser el número uno te quita de la vista lo único que diferencia a un periodista del otro su ética convertida y palpada en credibilidad.

No soy un genio como todos debo de tener alguna cualidad que hasta ahora no he descubierto, tal vez otros hallan mirado en mí lo que yo aún no he visto, y tal vez otros hallan visto defectos en mi que el amor sincero de Mei-Ling le impide ver, pero a todos solo les quiero decir que los amo por lo bueno, malo, feo y celestial que nos todo vivir en sus respectivas circunstancias.

Al final y al cabo me quedo con la frase de Gianmarco cuando ganó el Emy en el 2011: “la vida no es una carrera de velocidad, sino de persistencia”, a eso le agregó que aunque sea difícil seguir un sueño inspirado en un ideal, siempre hay que verlo en el horizonte y saber que para ganar una carrera de un millón de metros, esta se gana con un primer paso y así sucesivamente.

No soy el mejor para el mundo, soy el mejor para mi mundo, no soy el amor para todos, soy el amor para quienes me aman como soy, así como Mei-Ling sinceramente me ama, no quiero competir con todos, quiero ganar en el corazón de todos, no quiero un palacio de oro para vivir, quiero un lugar donde siempre mi familia me espere para disfrutar de su compañía y el quehacer diario, después de todo ese siempre fue el ejemplo dado, y muy bien dictado por las familias que permitieron que llegue al mundo los Acat-Koch y los Rendón Vásquez.

Bueno soñadores es tarde, solo me queda recordarles que sean como San Pablo, o Paulo de Tarso, apóstoles apasionados, que siempre será mejor que ser fariseos recalcitrantes, a mi me toco aprenderlo de la manera más dura. Cuídense y buen fin de semana.


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