sábado, 12 de enero de 2013

¿Por qué Gringasho debe vivir?


Responder y reaccionar son dos cosas totalmente opuestas muchas la policía no solo peruana, sino de diversas partes del mundo reaccionan en defensa de la vida y en lucha contra quienes hacen de nuestras ciudades inseguras, pero responder es algo complejo en términos de criminalidad y lucha con el mal actual en general.

Gringasho un joven trujillano de menos de 18 años, por el momento, debe de tomar conciencia y responder por sus sicariato, haciéndose responsable de sus actos, pero nosotros como sociedad en general tenemos la responsabilidad moral y ética de resociabilizarlo, no tomando represarías a punta de golpes, eso fue algo que yo hubiera hecho, sino hubiese entendido por n cosas que pasaron en los últimos meses el valor de la vida y el valor de tener el valor de enfrentar los problemas sin violencia y usando argumentos con educación para resolver los impases, tal vez la sinceridad sea un buen primer paso, tal vez destruir “Maranguita” sea un buen segundo paso.

Por que desde el aire que se respira en “Maranguita” no hay posibilidad de resocialización, si a mi me lo preguntasen creo que sería mejor llevar a los chicos de “Maranguita” al campo, donde puedan respirar aire puro y labrar la tierra para comer, aprendiendo el valor de compartir, aprendiendo el valor de la amistad y aprendiendo el valor de usar la vida para vivir como un ser humano y no sobrevivir como un perro rabioso de la calle, al cual todos temen.

Gringasho debe de responder ante la justicia, y nosotros debemos de responder que hacemos a diario para que otro Gringasho, no este suelto por las calles u otro Movadef quiera hacer suyo un pensamiento de justicia revolucionaria militar, arcaica e inadecuada para el siglo XXI, primero que si analizamos el Pensamiento Gonzalo, quiere decir Maoista que es la revolución militar del campo a la ciudad de una China convulsionada de inicios del siglo XX, que no es el caso peruano por que China entonces vivía como un imperio de señores feudales y no una democracia con autoridad republicana como vive el Perú de hoy.

Si quieren hablar de pensamiento Leninista o de Lenin pues digan lo que fue un partido llamado Bolchevique, que se reveló con las armas derramando sangre a millones de litros en una Rusia gobernada por los Zares (equivalentes a reyes) y que luego dio origen la Unión Soviética, donde el hambre era más sentido que en un asentamiento humano de las afueras de Lima y sin apoyo social del Estado. El único apoyo social lo daba la KGV, uno de los servicios de inteligencia más sangrientos y crueles de la historia del mundo.

Si hablamos del pensamiento Marxista, pues este fracasó en todos los países donde se aplico desde Albania, país de mayor pobreza europea, hasta la Cuba de Fidel, donde las jineteras (sinónimo de prostitutas) se venden por un jabón o un champú. En una sola cosa acertó Marx en que la economía mueve el mundo y ese es un principio universal desde la existencia de la agricultura que dio inició a una forma diferente de ver el mundo, naciendo la empresa, la compra y la venta.

Ahora bien el sobre nombre de Gringasho y el bautizado Movadef son tan anómalos como el doctor Frankestein y su creación de vida artificial recogiendo restos humanos de un cementerio, y tomando la electricidad de una noche de tormenta.

Gringasho debe vivir por que su resocialización sería un emblema de que la sociedad no esta perdida, que los peruanos no dejamos que la maldad llegue a nosotros por inercia, que podemos sobreponernos a todo problema, pero sobre todo que abrazamos la vida y sabemos ver para adelante, tomando nuestras precauciones para hechos de sangre no se repitan.

Lo escribe una persona que supera el odio y el revanchismo a diario que la violencia escolar o el llamado bullying dejaron una marca profunda en mi y cuyas respuestas de por que en un momento generé tanto odio y malestar no son dadas ni por las personas que en un momento lo provocaron, tal vez así sea la naturaleza humana de gozar, pero no responder a por que reaccionamos sin sentido a las cosas que en un momento no nos agradan, no por que no queramos, sino por que tal vez tengamos miedo a ver las respuestas en nuestro yo interior.

Buenas noches soñadores de la justicia.

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