viernes, 4 de enero de 2013

De maestros a maestras se hicieron doctoras y norteamericanas: Karen Portal


Perú es un país de oportunidades y los Estados Unidos también al año emigran miles, cientos de millones de hispanos para buscar un sueño en el lugar que escogió el Tío Sam para ser rico, y olvidarse de la pobreza en esta vida terrenal, que tal vez aquí ni acabe ni termine, pero se vive con el bien metal en la billetera o en la cartera.

Tenía 19 años cuando conocí a la entonces señorita Karen Portal, en un principio le caía re mal, tanto así que su indiferencia se hacía notar con una risa burlona al sentirse admirada mientras la veía hacer obras bien en un juego de niños exploradores o mejor dicho en un club que ya no tiene ni ton, ni son y del cual ya nadie habla en el Club de Tiro de Bellavista.

Hoy ella tiene dos hijos por los cuales como toda madre peruana, chalaca, abogada y con esposo azteca se debe desvivir. Hasta ahora recuerdo que se disfrazó de Mikey Mouse, en un arenal del cono norte de Lima, donde un gran calor la hizo sudar frío puesto que entretener y llevar esperanza a un niño es una tarea complicada en Perú y Zambia, o acaso la pobreza tiene un rostro distinto por ser de continentes distintos, digo esto por que el planeta, la humanidad y la raza son una sola en este lugar vestido de mucho azul marino y smook que nos regalan a diario de todos lados para respirar por el desarrollo.

Por que hablo hoy de Karen Portal, valga decir que en algún momento de mi veinteañera vida y cuando me ahogada en gotas de pureza ella sabía llevarme a buen puerto y su padre soportar mi llamadas cuando ya habían pasado las 12 de la noche, es que lo faltoso e impertinente son parte innata de mi, y de ello no puedo escapar. Sería tal cual quitarle el espíritu de aventura a Indiana Jones, por cierto Karen cuando caiga por Estados Unidos con mi futura espora Mei Ling, alójame en tu casa para comprar mis entradas a Studios Universal y Disney, pero aunque no lo creas Karen un pedido de pura frescura no es el por que de este post, por el contrario es un agradecimiento el que te quiero dar.

Agradecido por que nunca me dejas de dar consejos a la distancia que aplico en mi vida, agradecido por que he visto como no olvidas el Perú a pesar de vivir lejos y haber adoptado la cultura de los Estados Unidos en tu vida diaria, agradecido por que a pesar de haber caído mi brazo sobre tu cabeza bailando en una conferencia de la innombrable institución el año 2000 recuerdas ese episodio con alegría y cariño por este amigo que solo te quiso dar lo mejor de mi en un momento complicado en que estabas por colegiarte y a punto de dejar el Poder Judicial como lugar de trabajo.

Créeme que para nadie la vida es fácil, y también se que nadie tiene la vida comprada, pero tampoco la vida se remata o tiene precio, el amor no tiene postor sino se conquista a diario con la acciones de vida que pueden ser equivocadas, pero hechas con un noble corazón que con el tiempo en mi se disolvió para dar paso a una pasión verdadera y amada llamada periodismo, eres la única de esa institución hoy para mi innombrable que escribió una nota en la página joven del diario El Comercio, decano de la prensa peruana, ni yo que soy periodista, pero hoy a mi me toca escribir en el sub decano de la prensa nacional EL Diario Del Callao, que tu debes recordar por tus pasos en los kioskos de tu nunca olvidado Chucuito.

Eres una hermana, una amiga y consejera a la distancia por las redes sociales, eres una peruana que conquistó parte del mero México en el corazón de tu esposo y eres quien me llevará a conocer Disney y Universal para ahorrarme el alojamiento y la movilidad cuando este en San Francisco, donde también quiero caminar y tomar un helado con mi hoy amada y futura esposa Mei Ling, eres una amiga peruana, blanca-morocha y de la cual nunca olvido su belleza de corazón, alma y espíritu para aplaudir con todas tus fuerzas, me consta por que se bien allí donde no quiero nombrar se aplaude hasta por la cheva y salud por Perú carajo, pero con chicha morada y una buena parihuela pa después de bailar un sábado por la noche.


No hay comentarios:

Publicar un comentario