Un par de
cosas hay que decir sobre la elección de magistrados al Tribunal Constitucional
y la Defensoría del Pueblo, uno asumir responsabilidades no es darse golpes en
el pecho y pedir una nueva elección, con exhortación y pasos al costado, eso de
poca hombría, fineza y hasta aberrante, con la ley en mano.
Yo soy
fujimorista y no estaba de acuerdo con que Rolando Sousa, fuera al TC, a pesar
de ser un caballero, un abogado de larga data, que labora litigando como el 95%
o más de abogados de este país, y sino litigara el señor Sousa y hubiera sido
electo la gente y los políticos lo hubieran cuestionado preguntándose de que
vive este señor? Que no es embajador en Cuba (Mayorga), no es ex parlamentario
del partido de gobierno (Cayo Galindo) y no es asesor de municipalidades con
alcaldes cuestionados (Blume), así como tampoco es un ex ministro de Justicia
(Eguiguren), que no pudo ampliar el penal de Cañete por que fue incapaz de
controlar una toma de carretera o al menos prevenirla.
Y eso le
cae a todos los electos no solo al doctor Sousa, además se ha visto y quedado
al desnudo que el Congreso no tiene o tal vez no le interese tener una agenda
nacional de resolución de problemas en el frente interno y externo, por que
solo salen coger leña del árbol caído tras cada denuncia de programa
periodístico dominical, alguien conoce la agenda de trabajo entorno a la
educación, la salud, la minería o tal vez tan solo poner fin al conflicto de
tierra entre privados y comunidades campesinas con mesas ya no de diálogo sino
de acuerdos y tareas por cumplir.
Por favor
tampoco me vengan los nacionalistas a decirme que son la reserva moral del
país, por que les recuerdo que las grandes denuncias de congresistas por
conflictos de intereses y problemas de pobreza familiar han venido de la
bancada de Gana Perú, que no es lo mismo que partido Nacionalista, ya Gana Perú
solo es un nombre puesto para escaños en el Congreso, por que como partido son
partido Nacionalista.
Ahora hay
muy buenas personas, profesionales de primera y ejemplares señores dentro del
nacionalismo, como del fujimorismo, el aprismo, de solidaridad, PPC y de todos
los partidos hay elementos positivos que rescatar, no por ser partidario o
simpatizante te tienes que aislar del mundo o te tienen que aislar de un cargo
público o un puesto de trabajo, eso señores se llama “discriminación y hasta
racismo político”.
Tres a mi
modesta opinión ciudadana ninguno de los magistrados o hasta defensora del
Pueblo electa tiene que renunciar, por que a alguien se le ocurrió
cuestionarlos o exhortarlos después de ser elegidos por sus representantes en
el Congreso, eso es rebajarlos profesionalmente, manosearlos y ponerlos a nivel
de remedo profesional, podemos discrepar en todo, pero la culpa no es de ellos,
es de quienes los eligieron, que renuncien quienes eligieron a los magistrados,
pero ellos no tienen por que renunciar una vez electos según las reglas
democráticas que ningún partido en el Congreso tuvo la voluntad o visión de
cambiar antes de, ahora es fácil criticar, después de un campo de batalla con
heridos y sin muertos.
Ahora le
recuerdo al presidente de la República, constitucionalmente electo el año 2011,
que fue la Constitución de 1979 por la que él juró con sus dos vicepresidentes,
aquel entonces la que manda el voto obligatorio, hecho erróneo en una
democracia, donde tan solo una persona en el Congreso del 2001-2006 luchó por
cambiar y no lo apoyaron, me refiero al ex ministro de Justicia y hoy
sentenciado por la opinión debido a los grandes “narcoindultos”, Aurelio
Pastor.
Si el voto
fuera libre y conciente y solo participen del sistema electoral los que quieren
y desean por propia voluntad este desmadre de Congreso no existiría, además
cuando fue electo el actual jefe de Estado, Ollanta Moisés Humala Tasso, fue
por menos del 4% sobre su rival de turno Keiko Fujimori, y entonces había
cuestionamientos dudas y temores ciudadanos que con el tiempo quedaron algunos
y otros se fueron despejando, pero nadie pedía una renuncia, por que usted
señor Humala, ganó bien una elección con las reglas de juego a las cuales usted
y su partido se acogieron por determinación propia y aunque había mucho
descontento, nadie salió a cuestionarlo por moral o derechos humanos a pesar
del ruido periodístico de las denuncias en Madre Mía y el dinero de llegado de
Venezuela, sumado a ello que usted nació a la luz pública en una rebelión en
Locumba contra un gobierno caído en la lona, con presidente ya de salida
inevitable, antes usted ocupó puestos en el Ejército, donde no se le escuchó
luchar por mejoras para los soldados que usted tenía bajo su mando, donde le
haya tocado estar. Las raciones de comida que recibían usted y su tropa, estoy
seguro no cumplían sus expectativas.
Ahora usted
puede y tiene libertad de opinión, pero la opinión de su persona como
presidente del Perú, lo hace nuestra voz ante la ciudadanía en nuestro
territorio y el mundo y a su vez es el reflejo de un partido político que ganó
una elección con apoyo de la izquierda peruana que luego, fue bajada del carro,
por motivos políticos y de eficiencia en los lugares donde fueron asignados y
si de congresistas tránsfugas hablamos de su bancada se fueron varios como el
fallecido JDC, Rosa Mavila y otros más que ahora no recuerdo por su poca
relevancia para solucionar problemas, así ya recordé la otra es Verónica
Mendoza, que no estuvo a la altura de legisladora para solucionar el conflicto
minero-ambiental de la provincia cusqueña de Espinar.
También hay
que decirlo la bancada oficialista que en teoría sigue los lineamientos del
presidente de la República en el Congreso, nombró una “megacomisión”, para
fiscalizar al gobierno de Alan García, cuando era mucho más practico y
eficiente pedirle a su actual ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel
Castilla, el estado de cuentas, ya que este fue viceministro de Hacienda en el
quinquenio pasado y darle la información a la Contraloría para que haga su
chamba, sin tanto aspaviento, dejando el Legislativo el debate de las reformas
del Estado junto con el Ejecutivo.
Señor
Humala, yo no lo cuestionó o lo censuro por una idea u una opinión, menos por
las encuestas, pero parte del Estado de Derecho por no decir su raíz, es el
respeto a la palabra empeñada y a la disciplina de la institución a la que
libremente nos hemos acogido y sino podemos respetar un acuerdo de caballeros
en el Congreso, como Gana Perú o el partido Nacionalista al cual usted
pertenece de que Estado de Derecho o credibilidad hablamos, todos somos libres
ante la ley de opinar sin ofender o manchar honras, yo no cuestionó al
Nacionalismo, por que me han demostrado quienes pertenecen a su partido y no
tienen cargo público, su verdadero interés de cambiar el país y darle a los niños
de hoy un mejor mundo en su adultez del mañana, pero todo empieza por honrar
los compromisos así no nos gusten y darle el beneficio de la duda (como se lo
dieron a usted), a quienes indirectamente o directamente apoyamos con las
reglas de juego actual, que tienen que ser cambiadas para evitar los embates
hoy vistos, pero usando el principio del derecho que la ley no es retroactiva,
los cambios no pueden ser sobre cosas juzgadas y la elección de los magistrados
del TC y la defensora del Pueblo, así no nos gusten a usted o a mi son cosas
juzgada.
Esta es la
opinión de Vladimir Rendón Acat, un periodista que cae en pena y nada en
lagrimas, para no cometer lo errores de hoy, mañana cuando mis hijos o mis
nietos me pregunten que hice yo para cambiar el país, que recibí de mis padres
y mis abuelos.
Buenas
noches soñadores de la justicia.
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