sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Quién es el guardián de la leyenda?


Para quienes siguen constantemente este blog les será fácil responderse la pregunta, pues el Guardián de Leyenda a quien se refiere este sitio de Internet, es mi padre: don Roberto Rendón Vásquez, quien si tiene miedo a morir, pero mayor es su temor por dejar de vivir en el quehacer diario en la lucha por sus ideales. Es muy contradictorio para mi escribir esto, pero quien más ha cuidado de mi es él, quien más me ha reprimido y rechaza mis abrazos que a diario me muero por dárselos es él.

Es que tanto daño le hecho a mi padre y le sigo haciendo que prefiere ignorar mi cariño y renunciar a mis abrazos y besos que muchas veces van con carga de veneno que afectan su autoestima de padre dedicado y moralmente correcto, puesto que él es perfecto. Alguna vez mi tía Lucy (hermana de mi mamá) me ha dicho que cada vez yo me parezco más a mi papá, desde mi manera de hablar, hasta mi manera de defenderme cuando creo me están atacando.

Mi tía Jacinta (hermana de mi abuelo Roberto) me sabe decir que yo me parezco a mi papá en todo, incluso en lo engreído que es o que fue por toda su familia, desde mis bisabuelas Raquel, Elena y demás familiares, sin dejar de mencionar a mi tío Adeodato, a quien nunca conocí, pero según me contaron le solía regalar carros de juguete a mi papá en su infancia.

Mi papá partió su vida laboral desde obrero, pasando por vendedor de caretas en el carnaval arequipeño, hasta llegar a ser doctor en derecho y segundo vicepresidente de la Comisión Reorganizadora de San Marcos, un símil a vicerrector en los últimos años de la década de los 90, y aún así se desvive por sus alumnos, tanto de pregrado como de doctorado, pero hay una persona que suele interrumpirlo muchas veces sin una buena razón yo.

A veces me pregunto que si yo dejara de existir mi papá tendría paz pues así se terminarían sus problemas? La respuesta es que no lo se, pues no pienso morir en el intento y tampoco pretendo dejarlo solo, tampoco pretendo terminar con su salud, como injustamente he venido haciendo, solo pretendo verlo feliz junto a su reina y mayor premio que en vida ha recibido y aceptado como compromiso y sinónimo de prosperidad mi mamá: doña Ana María Acat Koch.

Es mi papá mi héroe, pues si lo es, soy el culpable de sus mayores problemas y falta de apoyo moral pues si lo soy, soy quien esta llamado a cuidarlo pues si, pero para eso tengo que recuperar el permiso para que acepte mi cariño sin que se sienta ofendido por mi falta de gratitud diaria, pues cometo los mismos errores que cuando tenía 8 años, 14. 16, 23, 24, 28, 30 y hasta hoy que tengo 35 y no se como hacer para verlo feliz.

Si un deseo pido esta noche a Dios es que mi padre siga remando en la vida, por que eso le da más vida, transformando su energía en una voluntad inquebrantable con ideales y valores muy claros por los que nunca ha de agachar la cabeza ante un seudo poderoso e injusto destructor de la esperanza. Mi papá don José Roberto Rendón Vásquez, solo acepta una medalla como premio a su esfuerzo diario dejarlo dormir en paz, comer adobo un domingo junto a sus hermanos y  aunque él me lo niegue se que su corona es recibir vibra positiva y menciones honrosas de mi mamá, mi hermano y yo, pero él en mi ya perdió la fe y por ello se ha vacunado contra los que quieren darle cariño, para nunca más sentirse herido en ese noble y justo corazón que supieron cultivar N cantidad de personas que vivieron con él en su viaje de vida que espero nunca llegue a su fin y que espero sepa transmitir a Roberto cuarto, quien será mi hijo y su primer nieto, cuando este tenga que llegar.

Te amo papá y por favor perdóname por no ser merecedor de tu abrazo diario y palabras de vida, que muy bien haces en transmitir a quien no te ocasiona los desastres que yo en mi frustración de pérdida de visión si te causé y te sigo causando, te amo papá.

PD: Por eso este blog va para conservar tu legado de vida, generación tras generación de padres y héroes comprometidos con ideales y sus familias.

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