Y bueno esto ya parece una costumbre masoquista dormir de día, y despertar de noche, no soy drácula tampoco, pero me asumo que identidad es nocturna, no se tal vez sea una especie de caballero oscuro, que se oculta tras una sombra, de hecho siempre me gusta quedar como el malo de la película cuando en realidad soy el héroe tal vez por ello me identifique tanto con la segunda película del maestro Nolan sobre Batman.
Es que en el fondo de mi siempre quise serlo, tratar de ser ese inofensivo chico que todos creen el lorna de la cuadra, la primera persona que sacó la máscara fue Giancarlo allá por diciembre del año 2000, cuando jugábamos play 1 y siempre terminaba ganando, voltean marcadores, y dando una pelea pareja, si es bien es cierto también era goleado, fue Giancarlo quien uso conmigo una forma de entrenamiento a lo Markarián, dando lo mejor de mí, “aplicar solo el 50% de lo que podría rendir en el entrenamiento”.
Digo Giancarlo, el hoy congresista que lleva el sobrenombre de angelito, por que fue él quien con discusiones diarias de todo tipo me hico entender que valía por mi mismo, y que nadie tenía derecho a maltratarme, ni explotarme, y que debía darme mi lugar.
Es Giancarlo, una persona de convicciones si lo es, es una persona por la cual pondría el pecho si lo es, es mi amistad con é verdadera si lo es, que hemos peleado y discrepamos en el 99% de puntos de vista, salvo en 4 o 5 puntos muy concretos también es bastante cierto.
Es pues Giancarlo una persona a quien debo mi forma de pensar progresista, y sin mirar atrás, si él paso épocas muy duras también, pero él tiene algo que va más allá de su sobrenombre de ángel, y vas más allá de ser el blazer entre sus amigos estadounidenses, él tiene una visión clara, y muy definida de lo que quiere, y de cómo quiere vivir su vida, puedo discrepar con él, pero sus convicciones, al margen de las ideas políticas, y de su hinchaje por Alianza Lima son dignas de admirar, que como todo ser humano tiene defectos, si, y es que es un ser humano de carne y hueso que también se puede equivocar, y adora la salchipapa, y cebiche, y el ají.
Para mí Giancarlo no es un congresista, tampoco es el buen vecino de Miraflores, para mi es Giancarlo, él amigo que me puede llamar a las 2 AM a mi casa, y conversar hasta las 5 AM, difícilmente me puedo molestar con él a pesar de mis diferencias, que ambos creemos en Keiko Fujimori, es muy cierto, tanto él como yo, más de un buen recuerdo por el gobierno de su padre admiramos la sensatez, y la entrega de madre esta señora bien peruana, y su nombre Keiko, es tan original como Nadine, y Ollanta, total cada quien es libre de ponerle a sus hijos el nombre que les parece, y ella nunca ha negado el amor por su padre, su madre, sus hijas, su esposo, y su familia en general.
Giancarlo es de una clara descendencia italiana por el lado de su padre, y su madre, tiene más de familiar conocido por la prensa, y su prima Gianella, es la estrella de muchas jóvenes que un día aspiran a ser actrices de talla mundial.
Gianki como lo llama su mamá, es la persona quien con un pan pizza, y una Inca Cola me escuchaba filosofar sobre la vida allá por el 2000 y 2001, en un parque de Miraflores, y que cuando por molestarlo le quitaba las medias, y él se ponía rojo de pies a cabeza, es y será siempre mi amigo. Si alguna vez me quede a dormir en una clínica fue por no dejarlo solo, y por que su palabra de aliento en medio de mis depresiones, me daba el impulso para despertarme cada día.
Si es congresista bien ganado lo tiene, además es la persona a quien no le importa el que dirán, y por ello aunque le digan que esta gordo nunca se priva de una buena hamburguesa, y así fue él quien me saco de la cabeza varios de mis complejos, y quien pese a las peleas, nunca me dejo solo, no es un congresista es un ser humano de quien amigo, y cuando tenga oportunidad de volverlo a ver solo le diré eso, lo bueno y exclusivo siempre viene frasco pequeño, todo menos tú corazón, y tú humanidad, si un día necesitas hablar recuerda que mi celular nunca lo apago.
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