Soñadores de
la Justicia, buenas noches, quienes no sé, escribir para no perder el training
y no la costumbre. El titular referente al psiquiatra es porque estoy harto de
escuchar, en la “flaca pantalla boba” (por que caja desde antes de los tv
plasma dejo de ser), la frase, repetida por mi madre, desde mis 6 años: “Llévalo
al psiquiatra”…, disculpen la frase, pero por la PTM, como joden, con esa
palabra o mejor dicho ciencia que explora la psiquis del ser humano y hasta de
los animales y plantas.
Bueno
quitemos la farándula de la palabra “psiquiatra”, refirámonos por un momento a
la salud mental, la primigenia del ser humano, de donde nace nuestro génesis,
que nos opaca en un momento de dureza social, pero no nos define, cuando
separamos la hierba mala, del bosque…Señores ir al psiquiatra, psicólogo o conversar
con un terapeuta o simplemente hablar con un cura u orar para estar con Dios,
es tan normal, como cuidar, lo que comemos.
Si debo
referirme a la salud mental, hay que señalar lo que me dice don Jorge un buen
compañero de labores, que se vuelve cada vez más mi amigo por adicción, pero
que dice don Jorge de Chalaco y Maretazo: “Los locos y los niños dicen la
verdad o dicen lo que sienten” (su verdad, puede ser).
Así por eso
a los locos se les encierra o se les exilia y a los niños con correa los
castigan, es así pues, por eso definamos, ¿Quiénes son los locos?, ¿Quién
define la salud mental?, usted que estudió cualquier otra carrera menos
medicina, usted que juzga por una sola mirada, lo cual es firmar un contrato
sin leer las letras “pequeñitas”, de la ley hecha la trampa que ponen los
bancos (todos), usted que convive con el susodicho paciente o la persona que
por iniciativa propia, busca un apoyo emocional en un profesional que estudió,
no solo medicina sino psiquiatría, como especialidad, para sostener al ser
humano, en donde es su lugar más delicado de nuestra humanidad: “La Mente”,
pero que es la mente y qué hay adentro de nosotros?
Buena
pregunta, para esta noche semi-fría o semi-caliente, de pre Fenómeno El Niño.
Disculpen otra vez, pero ¡Carajo!, no jodan ir al psiquiatra es tan importante,
como para los fieles católicos ir a misa o tomar dos litros de agua al día…ya
no digo o aunque sí, ir al psiquiatra debe ser parte de los exámenes médicos que
nos hacemos de manera anual.
Finalmente,
la salud es parte de la calidad de vida, ojo nadie vive para siempre, pero la
salud mental, es un tema cliché que se te estampa para siempre en la familia,
porque a muchos en diversos ámbitos, se nos recuerda como locos, después de
calificarnos, etiquetarnos o exiliarnos.
No sé, si
cabe decirlo tengo 37 años y sueños que desde los 20 no los cumplo, ahora con
un apoyo emocional de una persona declarada agnóstica y que valgan verdades me
conoce, poco y mucho, me abrió un espacio para la salud mental o mejor dicho
emocional, me alejo de una avenida que se ha volvió un estorbo en mi ser
(aquella que conecta desde Miraflores hasta Santa Beatriz) y luego me dedico
espacios de confianza, con un buen ojo y palabra de Pardo que, con rigurosidad
escolar, me da un paso de fe…
De hecho, la
salud mental es un tema más complejo y delicado que un post, incluso, me dirán
que no, pero el calor extremo, la falta comer pescado, la falta de una Inca
Cola, cada dos días y la ausencia de un padre, son tan letales como los gritos
de tu madre, no ir al masajista, no caminar por la noche o no escuchar tu radio de música-consejos,
al despertar. Ese lugar lo ocupa un noticiero sacado de la Tinta Roja de Fuguet…Así es
aprendí en Chile al costado de una preciosa mamá chilena, a quien le debo un
pasaje a Lima, lo importante que era ser uno mismo, con el silencio y la
compañía, aprendí a valorar la familia en un Metan, donde estuve conectado a la
distancia y donde extraño a un tío que por todas las cosas respeta a su
Arequipa, a su Viraco y a mis primos Cristina y Luis, no es que añore
Argentina, de hecho más añoro, saber que al lugar que vaya, el mejor médico sea
quien esté dispuesto a escucharme…Si de escucharme debo, pues quiero decirlo el
Callao, puerto de noticia roja es el lugar idóneo para recuperar la fe, en un
calle que no lleva el nombre de Teatro, pero donde un Abraham me hizo sentir
pocos meses, parte de su familia y si de familia habló, pues está Mei Ling y
como para sorprenderme, con un mensaje de Inbox-Face, una prima de nombre
Vanessa, que se ha portada como prima, cuya familia me adoptó como sobrino, sin
pensarlo y sintiendo lo que era saber que es ser parte de un lugar para
disfrutar vivir…No me complico, aunque este posteo se hizo largo, la salud
mental, es un tema del cual, mi amigo Orlando, sabe y trabaja, es un tema que
incluye el cine, incluye a la novia y no a la polola, es un tema donde conoces
a tus amigos, por como lo dicen y por cómo te miran y por último es un tema
tuyo, cuando aceptaste que era débil al esquivarlo y eras fuerte para buscar
ayuda y llevarte adelante, por Dios, el primer psiquiatra es Dios y cuál es la
primera pastilla no adictiva, recuerdan
un speech, que reza: “En nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”,
sería bueno contar la historia desde aquellos días en que Jesús, liberó las
almas y no las deudas de crédito, lo demás, es solo infectar la herida, con
terquedad y farándula lorcha, aquella que nos acompaña en cada almuerzo, pulcro
y nada santo del misterio de los últimos.
Mejor no jodán, vayan al psiquiatra y
caminen por La Punta…o sino vean Ghotam.., pero si trabajas en prensa, no lo hables, por que sino te botan..., saludo pptio