Bueno chicos ya es fin de semana y llegó la hora de otro post esta vez no se si hacer un llamado a la esperanza, pero un vidente brasileño me dijo que quien cree que el destino esta escrito se equivoca puesto que la fe, y la fuerza de voluntad del ser humano pueden cambiarlo todo.
Empecemos por especificar que entendemos por fe, y por fuerza de voluntad, además de casualidad pues como me explicó un gran catesista de la Virgen de Fátima, Renzo Brunello, la fe es confianza en Dios y en uno mismo, la fuerza de voluntad es una energía que fluye, y aunque estemos agotados y la río de la vida vaya en dirección contraria siempre será la fuerza de voluntad quien nos haga llegar más allá de lo que alguna vez habíamos pensado.
Ustedes preguntaran a esto donde entra a jugar la casualidad, como lo vi en una película animada de Linterna Verde la casualidad es la voluntad del universo, que según yo creo es el resultado de la conjugación de las fuerzas de la fe y la voluntad, aquellas nos llevan a soñar, así como creer que podemos ser lo que deseamos ser, y esto nos llegará siempre y cuando estemos listos para recibirlo.
Ahora quien lee este blog podría pensar con justa razón que soy un creyente en lo esotérico, y de hecho si lo fui, ahora no es que haya dejado de creer, pero ya entendí que esto debe ir acompañado de una base científica, o experiencia comprobada y real.
Esto a que viene a colación hace muchos años, antes que estudiara periodismo o ingresara a la universidad conocí a un señor de nombre Alberto, y de apellidos Terry Vásquez, que dio la esperanza de llegar a la esquina de la televisión cuando aún era un escolar, pero siempre me dijo que debía de prepararme para ese momento, y la verdad el momento llegó muchos años después que este caballero falleciera, y su nombre solo sea un recuerdo en una placa ya dejada de lado en los pasadizos del canal donde trabajo.
Ahora pasaré a explicar por que digo lo escribo. Cuando salí de la universidad le pedí a Dios estar en el mejor lugar de la sala de cine para ver la mejor película de mi vida, una cinta que según yo no tendría fin llena de éxito, valiéndome de hechos sin una base sólida, y sin tener conciencia de lo que era estar en la calle pateando latas, siempre pensé que esa realidad de estar desempleado no era algo por lo que tendría que pasar, pero me paso, es decir Dios me puso en el último lugar de la cola. Como 10 años después comprendí que era allí donde debía estar para poder valorar lo que ahora me estoy ganando a punta de mi trabajo.
Fue una gran lección de paciencia, humildad, solidaridad, que se alimento de una frustración que dormía cada noche en una suave almohada con la ayuda de un alprazolan, y siempre vigilado por dos personas que tal vez no creyeron en mí, y hasta no crean en mí, pero que su instinto de padre y madre no dejaron que cayera al lugar más oscuro y frío del abismo.
Tuve recordar quien era, y cual era mi aliciente de vida, entendí cual era mi verdadera pasión, y como podía acercarme a esos personajes que llenaron mi infancia como Batman, el Capitán Futuro, Hulk, Iki de Fénix, Seiya, y por su supuesto Ala Nocturna, o Dick Grayson, aquel persona de cómic que lucha contra el crimen inspirando un liderazgo con su mejor arma: La inteligencia estratégica, y su osadía enseñadas por un maestro de todos los tiempos Bruce Wayne.
Si alguien me quiere calificar de “niño grande” pues si lo soy y a mucho orgullo, nadie tiene por que quitarme ese espíritu de justiciero inspirado en los nobles valores de la honradez, la solidaridad, que acompaño con un sentido del deber dado por padre don Roberto Rendón Vásquez, y una generosidad angelical que mi madre doña Ana María me dio con su ejemplo diario de vida, tal vez ellos nunca supieron, y nunca sabrán lo importante que son para mí, tal vez siempre se nieguen a escucharlo, o tal vez solo fueron padres, y tuvieron el valor de ser amigos de sus hijos, por ello su indiferencia ante el dolor de infancia provocado en los cuadro colegios donde estudie.
En estas líneas es imposible dejar de mencionar a quien me enseñó el valor de darle la espalda al mundo, cuando el mundo me daba la espalda, y me lo resumió en una sola frase del Rey León: “Hakuna Matata”, a ti Sergio, niño maravilloso, que un día estoy seguro será un gran profesional, y luego empresario gracias, tal vez solo te pueda compensar aquella enseñanza con una buena hamburguesa, y acompañándote al estreno de una película de superhéroes.
Los seres de por si somos héroes de nuestras vida, al asumir una responsabilidad y no dejarnos abatir por nada ni por nadie, caminando siempre con el miedo en una mano, y la valentía en la otra para lograr el ansiado equilibrio o justo medio que solo se adquiere con la experiencia de vida.
Quieres ser un héroe pues siempre puedes serlo cada segundo velando por tu familia, barriendo la calle, o ayudando a cruzar las calles a quienes no pueden hacerlo por si solos. Si alguien quiere cambiar el mundo, y terminar con los conflictos sociales pues creo que primero habrá que entrenarse comunicándose con una persona invidente desde el corazón, sin mencionar palabra alguna, entonces todo será cuestión de fe, alimentado por la energía de la voluntad, y de la ansiada casualidad nacerá un amistad fraterna que es solo el cumplimiento de la voluntad del universo.
Bueno van a hacer las 5 am, faltan 15 minutos espero les haya gustado este post, y tenga la energía, la convicción de salir a la calle para ser los héroes de su vida, buenas noches, o mejor dicho buenos días.
Uno siempre empieza a escribir con el corazón, porque la necesidad de expresarios con las letras nace del fondo del alma. Me quedo con una frase que me parece genial: "Los seres de por si somos héroes de nuestras vida, al asumir una responsabilidad y no dejarnos abatir por nada ni por nadie, caminando siempre con el miedo en una mano, y la valentía en la otra para lograr el ansiado equilibrio o justo medio que solo se adquiere con la experiencia de vida".
ResponderEliminarFelicitaciones, querido Vladimir, pero siempre échale una miradita antes de publicar, para que no se te pasen algunos pequeños fallos. Un abrazo.