Bueno hace algunos días deje de escribir en blog y esta noche retomo mi escritura noctámbula, como cada madrugada dejaré fluir la energía para que mis manos, mi mente, y mi corazón se conecten en un solo ser e inspiren estas líneas, pero esta madrugada la pregunta es por donde empezar ya escribí sobre mis amigos, mis padres, mi mamá chilena, mis abuelos, pero aún quedan otros personajes que me dieron una cátedra de vida en mi historia iniciada hace 34 años y casi tres meses.
Creo que esta noche haré una referencia a la tecnología de la frustración emanada de los padres que con amor quieren darle lo mejor a sus hijos, sin darse cuenta que esa es la peor manera para enseñar a sus hijos (niños y adolescentes) a resolver sus problemas de adulto, lo digo yo que estoy muy mal acostumbrado a que mis padres me resuelvan la vida.
De hecho don Roberto y doña Ana María nunca dejaron, y dejaran que sus hijos Roberto, y Vladimir se queden sin un techo, un pan, o una frazada durante las noches frías de invierno, y siempre serán la red que impide un destrozo total si se da un mal paso y se cae al abismo, pero a veces estar allí para los hijos en cada momento terminan por provocar una padre-dependencia nada saludable para la vida de un adulto, cuyo gran salvador de niño eran papá y mamá, ojo tampoco promuevo la paternidad o maternidad irresponsable, y por ello pasaré a mi explicación.
De niño ante un apuro económico, ante un problema de escuela primaria siempre recurría a mi mamá para que con grito caprichoso, dejara cuanta responsabilidad tenía en el momento para que me atienda y que con unos intis (moneda peruana de 1985-1990), o con alguno de sus amigos me pudiera dar esa mágica solución que dejase libre de tropiezos.
Pasaron los años y en la secundaria pasó lo que ya les conté, y sería ocioso así como masoquista repetirlo. En 1995 estaba en la pre queriendo ingresar a una universidad, sin saber exactamente que estudiar, en realidad estaba en la pre por que algo tenía que hacer al dejar el colegio y no estar en el rubro del ocio.
Mi padre me repitió hasta el cansancio que yo solo hacía las cosas por capricho, mis tíos Carlos y Lucy me apabullaban con sus largas charlas de filosofía existencialista, y de la importancia de ingresar a una universidad. Valgan verdades me sentía “la oveja negra de la familia” por que no ingrese al dar el primer examen a la Alma Mater de mi papá, mi mamá y mi hermano, me refiero a San Marcos, postule en marzo o abril del 95 y por lejos no ingrese, pero también por que yo me repetí hasta el hartazgo que no ingresaría por que era incapaz de resolver las preguntas del área matemática, luego vino el examen a la Lima, y también por lejos solo pude llegar a dar el examen, mi último recurso y por que la quería hacer rápido en las aulas fue postular a la San Martín, y por fin en septiembre de ese año pise un aula universitaria.
Mi primer ciclo transcurrió dentro de lo norma solo siendo jalado en el curso de lengua, por no saber acentuar, y no saber usar la puntuación (reconozco que ahora lo hago mejor que en aquella época sin ser erudito en la materia), luego vino segundo ciclo donde la quise pegar de intelectual, y termine hablando cada tontería en clase, solo por quedar bien, tremendas tonterías que decía en aquel aula 202 de la antigua facultad de comunicaciones de la avenida Brasil, pero rescato algo muy importante en mi vida de aquel semestre, y de hecho es algo de lo que tengo que agradecer por siempre, y es que conocía un ser humano excepcional, y con un don decirle al idiota, bestia tarada, y cochino de mierda a quien se tiraba un pedo causando el asco todos en la carpeta, me refiero a Susy BB, una chata, que tenía pantalones, y clase para salir como los grandes de todos los problemas.
Luego vino el tercer ciclo, y con ello una naciente amistad con Jaime Miguel CH Ravines, una persona diferente a mí en N cantidad de cosas, y que de hecho debo de reconocer es muy leído, pero es mejor como cantante, y tocando guitarra, recuerdo que en uno de mis cumpleaños se robó la admiración de muchos, pues y será un gran ladrón de almas.
Bueno y por que hablo de Jaime, pues en 1996 casi por el mes de septiembre u octubre hubo un congreso en Trujillo al cual fui tal chico emocionado que salía fuera de su ciudad a congraciarse con otros futuros colegas, la verdad de aquel viaje lo mejor que saque fue la amistad de mi amiga Mei Ling Kong, el cariño de mi tía Pepita, y grandes cenas pues coincidió con un evento cultural de la colonia china donde me hice pasar como fotógrafo, y ayudado por una amiga de mi mamá asistí, además de aquel evento en UPAO, a las celebraciones de nivel diplomático donde los comidas, y almuerzos eran mucho mejores que los jugos y hamburguesas de sol que vendían al frente de dicha casa de estudios.
Volví una semana después en vuelo de la ya inexistente Aeroperú, retome mis clases, y cuando estaba por celebrar el invicto de fin de ciclo, terminé jalado en Periodismo Informativo, no saben como me frustre ese día por que era el curso que más dominaba, y donde más solvencia tenía, me rompí la cabeza frente al carro sanguchero del Chato Burger, y entré a ver que pasó con mi nota, algún error seguro debía de haber.
La verdad después de revisar mis notas, y rebuscar mis exámenes con la secretaria de mi querido y recordado profesor Jorge Garrido, me di cuenta que me faltaban tres practica que no había dado por irme a Trujillo, y las cuales ni siquiera me preocupe por saber si existieron.
Al día siguiente llame a “Chuby Chu”, quien vino con Jaime para darme un concejo, y en medio de una conversa disfrutando la comida de Dorita, comenté que le iba a pedir a un tío mío que conocía al profesor, para que tomará las practicas, y aprobará el curso, entonces Jaime fiel a su estilo intelectual, me dijo en un tono cuestionador “tú eres de los que quieren que papá o mamá resuelva todo, hazlo tú deja ser quien eres por tú padre o tú madre, y empieza a ser ti y no por terceras amistades que ni siquiera son tuyas”, entonces solo dije si ahora lo veo, agache la cabeza, y seguimos almorzando hasta salimos a la universidad, y tomamos un taxi de solo cinco soles.
Esa tarde busqué al profesor le recordé que estuve en Trujillo por aquel congreso, y solo me tomó un examen oral, por el cual pude aprobar el curso, y bueno no fue necesario escudarme en papá o mamá lo pude hacer yo, tengo que reconocer que aquellas palabras de Jaime, las recuerdo siempre, así como le reconozco su capacidad de análisis, y de solvencia personal. Algo rescato de Susy, y Jaime ante todo son sinceros, pero como con cualquier humano puedo discrepar, sin llegar a enfrentamientos, o molestias personales.
Para terminar resumo lo que quise explicar con una frase muy sabia de mi amigo Percy Manuel Arana Contreras, “a los hijos se les debe dar para el pasaje de ida, pero sin boleto o dinero para la vuelta. Ellos tienen que aprender a ser recurseros, y dueños de su destino”, por eso y mucho más Confucio fue muy sabio al decir “hay que enseñar a pecar, y no regalar pescado”, por eso que detesto el catastrófico asistencialismo, por que yo fui uno de esos que solo recibió la asistencia de unos padres que me amaron, y me siguen amando, por eso ahora me cuesta resolver mis problemas solo, pero nunca es tarde, y siempre será el momento indicado para empezar, o volver a empezar.
Hoy lunes tengo que empezar por tomando acción, la filosofía existencial nunca dará buenos resultados, lo digo por experiencia. Que tengan una gran semana, hasta otro post.
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