Tenía
menos de seis años e iba con mi mejor ropa al cine (cualquiera de fuere),
cuando daba una referencia de donde trabajaba mi madre, decía a la espalda del
cine Metro, ubicándome de la Plaza de San Martín.
Eran
los días de Alfonso Barrantes Lingan en la alcaldía de Lima y un verano tal
cual o más fuerte que este donde 24 Horas sacaba cada noche un informe, dando a
conocer que amanecían pescados en las playas y las personas en la calle caminaban
sin polo al estilo del “Hombre Mono”, Tarzán interpretado por Johnny
Weissmüller.
Pero
también eran días donde Lima a pesar de todo era mucho más recatada, así que no
había mujeres luciendo toples y en la playa encontrabas a diosas que no sabían de
Combate y Esto es Guerra bañándose con pantalones jean y blusas blancas con sostén
marrón o bueno al menos eso se traslucía en la arena de San Pedro, donde mi tío
Raúl solía llevarme con mi tía Lucy, para comer huevo duro debajo de una
sombrilla.
Si
así era 1983, 1984 y hasta 1985, luego de un fin de inicial donde iba luciendo
un mandil plomo, llegaba la hora del lujo y de alquiler de Atari por 10
minutos, tras ello el fin de semana y el cine era paso obligado…por aquellos días
la estirpe cinéfilos que hoy se engancha con Cinescape, solía ir al Pacifico,
al Alcazar, pero yo con mi padre y mi hermano íbamos al República (sala de cine
extinta), hoy clausurado que marcaba la hora, con un pollo a la brasa a la
siguiente esquina.
Así
una cinta en 3D alborotaría a los chiquillos de mi edad, que no se aguantaban
las ganas de ponerse lentes 3D y ver la aclamada en las calles “Guerra en el
Planeta del Jedi”, primera cinta 3D que vi en mi vida, con chocolate en mano en
el cine República, donde iba con zapatos de vestir, jean bien plantado y del Oeschle,
de color azul y polo de Mickey Mouse almidonado.
Así
el hoy sala con bloque de cemento en la entrada (el cine República), no hace
más que reflejar una era aristocrática-democrática-clasista y de inclusión
reservada para genti ficha de Barrios Altos de los años 20, que ahora viven en
Miami y antes hoy y después de los 80 en La Molina, San Isidro y Surco, es así
la Lima avejentada y de olor a mugre de “carasucias” que hoy se juntan en las calles de Breña, para
decir Defensor Lima si existe carijo, aunque sea solo de chela y chingana,
donde que lo quieras o no chileno, vecino del sur, hay ceviche, pisco sour,
pero no tenemos Pinochet, así quien sabe se esté cumpliendo la profecía de Diego
Portales, sobre los peruanos que lo tenemos todo, pero nos portamos como cobardes
a la hora de una causa o un ideal, pero si Velasco dijo: “como que los chilenos
sigan jodiendo, mañana tomo desayuno en Santiago”, mi abuelo Roberto (policía y
militar), sacó al lustre su insignia emblema de una benemérita Guardía Civil,
para decir de Perú nadie se corre, por que de Arequipa y Viraco, miedosos nunca
emigraron.
PD:
Nunca pude encontrar la pela, “Guerra en el Planeta del Jedi”, en YouTube y
Vineo, algún chileno me ayuda?.
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