Buscando
atrás del alma
Hoy fue un
día especial, no por lo que vino, ni por lo que creo que vendrán, sino por lo
que no puedo dejar atrás, es extraño me gusta pedir disculpas, solicitar
perdón, pero aunque con una sonrisa y una mirada desencajada, trato de seguir
para adelante, a mi no me gusta darlo, no ha sido un mal año este 2015 (bueno recién
van dos meses), ha sido un tiempo donde me di cuenta que busco recomposición de
mi ser, con respecto a un mundo que no escogí, pero si entiendo no puedo cambiar,
por que el fierro a martillos solo es fierro doblado y el corazón que camina a
la deriva con una pasión de periodista se confunda en las calles de una Lima
que está en el siglo XXI, pero que como el cangrejo anda para atrás, según
avanzan los años.
La
incomprensión es tan grande como las jarras de cerveza abundan en las fiestas y
discotecas del sur de Lima, con el ritmo de un verano que calienta a 30 grados
más en la cabeza de los peruanos que buscamos la chamba que nos saqué de la
pobreza y con la cual llevemos un pan más que comer a la mesa del desayuno de
nuestros hijos (hablo en general), que quieran ir al colegio y no se tiren la
pera con ropa de skater, en una plaza de Miraflores con el Smartphone en la
mano, porque si antes era el pinboll y luego el paseo en galerías Brasil,
alquilando play 1, como la máxima novedad de Sony, hoy es el Smartphone y el
wasapeo, que ni lo entiendo, por que ya no soy de la generación 2.0 o tal vez
la 2.1 a su mare ahora, me hablan de CS7 y edición en Avid para Tablet, si que
me quede en el tiempo, en Lima que ya estaba envejecida antes que yo naciera,
no se si fue la idolatría que se comió Velasco y luego su par y yunta de la
yunza brava que le dió el golpe de Estado, cuando menos se lo esperaba, me refiero
a Morales Bermúdez, cuyo hijo aprista importó carne de argentina en el primer
gobierno de Alan y tenía más gusanos que diente incurable con endodoncia.
Es así esta
Lima, tan grande como deforme en el ser de un humano que busca justicia con una
disculpa de quienes recibió ofensas sin saber porque…preguntas sin respuestas
que se vuelven misterios sin resolver como la serie de los 80 que pasaba canal
9 y hoy es ATV y ATV Más, es un mundo complejo al interior de cada ser humano
que no necesita de una Promotora 44 o un Alitalia para viajar una
Checoslovaquia que está más marcada que una línea de tren en la memoria de un
Vladimir que no olvida que su herencia paternal, quedó en un Viraco y un Huaral
que no podrá conocer en el primer de los casos y no podrá regresar en el
segundo.
No se que
decir de la vida, cuando las cervezas ya no las quieres aunque seas hincha del
Sporting Cristal y cuando el bullicio de una fiesta o discoteca es cambiado por
una noche de caminata y conversación con los amigos del parque y cuando tú
perro es un amigo que te escucha y te habla con agua en un parque, donde
encuentras amigos que tienen más respuestas existenciales que razones para caer
y no andar sin alegría al día siguiente, es mejor dar vuelta a la página luego
de limpiar tu mente con una chicha morada o un frío rico con una conversación
de alguien que se vuelve tú mejor couch a cambio de una compañía entre perros
que quieren ser tan libres como la calle se los permite, para luego volver a tú
lado y esperar que el duende empiece a coser tus ojos, para dormir sin esperar
que den las 6 y volver al trabajo con una ducha de agua helada para cantar de
alegría que el Perú es jodido, pero más jodido es no tener un rumbo de trabajo,
donde ir al asumir el valor de lo que en vida llamamos trabajar, por eso digo
no se si el ladrón trabaje, o sea un trabajo buscar trabajo, pero si se que
buscar lo que no encuentras es como rezar a un santo que hace un milagro, como
la aparición de una virgen cuando ganas la lotería con un boleto que
encontraste en la combi dejada de lado con el Publimetro en la mano o mejor
dicho el guachito de la lotería que el Chavo le vendió a Ron Ramón y nunca se
lo ganó por que era el boleto del día siguiente y no el de hoy el que el pegó
al gordo o al premio mayor.
Es una Lima
donde el este no tiene norte y donde el sur hay más sal en el agua que tierra en
tus zapatos en una tarde de ventas de chacra donde tú único comprador de quedó
sin lugar de ventas en un parque del migrante que sirve de un carajo, por que
en realidad es el gran mercado mayorista y no el engaño de villa haragán, sin
alusión personal a un ex autoridad que Dios bendito no debe permitir que
regrese por el futuro-presente de una ciudad que clama a gritos una palabra ya
olvidado en la calle Luna Pizarro: Esperanza, señor carajo, que vivimos en una
urbe que crece por la fe de un pueblo que tiene más pantalones que huevos, pero
no se deja y eso por que las mujeres en esta raza peruana tienen algo que los
hombres nunca tendrán bien puesto: una concha, donde los huevos entran en las
entrañas de quien asumen la fuerza parir porque para eso el hombre no está
preparado en aguante, como barra de Boca, cuando grita gol en el Monumental de
River y aunque a Maradona le joda, Riquelme es del ídolo del carajo
PD: Dedicado
a Gilmar y Scot por su paciencia de la cual siempre agradezco y sus palabras no
permiten que la vida me canse.
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