jueves, 12 de abril de 2012

¿Qué es el sentido de la responsabilidad?

Bueno toca otro post aunque el tema irá saliendo según vaya apretando las teclas, no se que tal vez el tema de hoy sea la responsabilidad, para ello no puedo dejar de nombrar a las personas que más amo y de las cuales ustedes ya deben estar cansados de leer, pero son el mejor ejemplo y estos son mi papá y mi mamá.

Don Roberto Rendón Vásquez, fue hijo de un policía que nunca dejó de velar por sus tres niños Jorge, Edmundo y Roberto ambos nacidos en tres ciudades diferentes por el trabajo de mi abuelo, pero a pesar de vivir de un sueldo modesto como sargento segundo, y del trabajo de costurera de mi abuela Serafina nunca falto en la mesa un pan, con un buen café con leche en las mañanas, y por las tardes un platazo de quinua u otra vianda 100% alimenticia.

De hecho doña Serafina era muy dedicada con sus hijos y su esposo la verdad hasta ahora me arrepiento no haberla escucha en cada uno de sus concejos, y sobre don Roberto (abuelo) solo puedo decir que dejó de lado una vida cómoda en Arequipa, para que sus hijos logren sus sueños de ir a la universidad y ser profesionales.

De allí es que mi padre heredó su mayor virtud y lo siempre lo diferenció de muchos del Perú contemporáneo su sentido firme del “deber”, y seguir sus convicciones. Saben por qué digo esto? Bueno púes a mi papá cuando le dicen reunión a las 6: 30 AM llega a las 5: 30 AM, cuando le dicen cumpla usted con tomar examen de grado a las 7: 45 AM llega a San Marcos para abrir las puertas del salón, y ver todo este en orden.

No se como explicarlo, o como poder decir que este señor hijo de un policía, y de una gran señora como fue doña Serafina, está siempre un paso delante de todos, y nada se va de la mano, ni siquiera el aire. Hoy por ejemplo se acaba de ir a dictar clase a Ica donde tiene que estar a las 10 AM, y ahora cuando el reloj marca las 3: 45 AM lleva 20 minutos de haber salido de la casa.

Quieren que les cuenta una escena vivida en 1988, donde se refleja como este señor, además abogado de San Marcos cuida a sus hijos, bueno pues ese año é se fue a seguir un curso a la Universidad Carolina de Praga, en la entonces Checoslovaquia, fueron tres meses donde estuve solo con mi mamá, mi hermano, así como mi nana, Eusebio, y mis abuelos para mi cuidado, cuando le tocó volver a Lima mi padre me abrazo en el aeropuerto, y en el camino me venía contando como era aquella Europa, de fines de los 80, antes de la caída del Muro de Berlín.

Al llegar a casa empezó a abrir su maleta, así como darme sus regalos, pues hubo un regalo que me quedó grabado con las palabras de amor profundo para con sus hijos: “Este sándwich es mi almuerzo del martes (era jueves), pero el queso con que esta hecho es tan rico, y fino que tanto tú como Robertito (mi hermano mayor) tienen que probarlo”, ¿Se imaginan se aguantó el hambre del martes solo para que probásemos un queso europeo? Saben cuando me quiere mi papá, de su sentido del deber para con su familia, por supuesto el sándwich estaba bien agrio, y el pan con el que estaba hecho más que duró así que solo atine a guardarlo en la refrigeradora, y luego solo mi nana, y Dios supieron donde fue a parar aquel almuerzo de mi papá.

Bueno ahora vamos con doña Ana María ella también tiene dos hermanos más, y menores que ella, desde los 13 o 14 años ayudó a mi abuela en su peluquería de la avenida Garzón cuadra 5, según me cuentan los sábados se dedicaba solo a peinar desde las 7 AM hasta las 10 AM, su padre era un comerciante que por muy honesto no cosechó gran fortuna, y mi abuela llegada desde Austria a los 5 años nunca dejó de velar por sus hermanos, hasta que se casó y después de ello, entonces era mi mamá la llamada a llevar parte de su familia, y bien que lo hizo con muchas creces.

No solo peinaba sino que también salía a bailar a estudiar, pero siempre desde las 7 AM estaba con mi abuela Luzmila, peinando a cuanta señora iba a atenderse, por aquella época de los años 60 y 70 el concepto de peinarse era diferente al de hoy en día, por ello es que se despertaba muy temprano, y en muchas ocasiones como hasta hoy, no quiere saber nada de llamadas, y mensajes puesto que a las 9 PM, ya esta durmiendo, y solo se despierta a las 3 AM para abrirme la puerta cuando llego de trabajar.

La verdad mi mamá trabaja desde las 6 AM que mi papá se termina de duchar, y ella entra a la regadera, hasta las 8: 59 PM que entra a la cama, para velar por mi papá, su frase de todos los días: “Tengo que ir al juzgado, a la notaría, luego a hablar con mis clientes, y comprar la comida para mañana”, sabrán que por ese ritmo de vida se olvida de comer e ir al médico, es que a ella le puedo faltar todo menos su familia, y para ella su familia son todas las personas a quienes ama, y le dan una muestra de agradecimiento.

Por ello yo todos los días lloro, y me siento mal por haber llegado a ser como ellos, los amo papá y mamá, gracias por el sentido del deber, que me llevaron a ser un poquito responsable.



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