lunes, 20 de febrero de 2012

Querido fútbol peruano que pena me da mirarte, cuando te miro


Bueno luego de dos noches sin post llegó la hora de volver al mundo del blog, y esta vez me gustaría hablar de fútbol, del ya muerto fútbol peruano que está muerto desde que tengo uso de razón, y poco se ha hecho por levantarlo o sacarlo de la crisis en que siempre ha vivido, valgan verdades.

Eso me trae a plantearme cual es el problema real de nuestro fútbol, y por que no poco o nada se ha hecho por sacarlo adelante, tal vez la respuesta la encuentre en la determinación que ha tomado la Universidad San Martín por abandonar el fútbol como una rama de la institución, muy al margen del retiro de un centro de estudios privado este rubro está lo que llevó a cancelar el equipo, y es la falta de seriedad, y nada de sinceridad en todas las partes que conforman el fútbol peruano.

Que la Agremiación esta en derecho a no creer en los dirigentes, si lo están, que los dirigentes de los clubes están en su derecho a no querer negociar con una intransigente Agremiación, también es su derecho, pero ninguna de estas partes puede quitarle su derecho al hincha de ver fútbol profesional cuando paga una entrada para ir a los estadios, por que sino sería una estafa que bien podría llegar a Indecopi.

Entonces que concluyo que las personas serias que quieren hacer bien las cosas no tienen espacio en un mundo ni siquiera informal, sino en un mundo de personas que son incapaces de decir la verdad, y de decir las cosas como son, y esto es para los dirigentes o la Agremiación, es para todo aquel que quiera iniciar una negocio, o un trabajo de manera responsable.

Confucio decía que a los líderes se le ven ante situaciones difíciles, resolviendo estos maximizando la verdad, y es allí donde se ve a los verdaderos líderes que piensan en el bien común partiendo de la libertad individual, para resolver problemas asumiendo la responsabilidad de sus actos.

Yo no tengo por que pensar mal de nadie, pero me sentiría mal si alguien me debiera 100 soles, me diga que no tiene plata para pagarme y al minuto se compre un auto de cien mil dólares, también me sentiría pésimo si debo un dinero, quiero pagar, pero me impidan producir el dinero trabajando para poder cumplir con mis deudas.

Qué es lo correcto dejarme producir para pagar, o no dejarme trabajar y tirarme en cara la responsabilidad de la desgracia contándosela a todo el mundo, y haciéndome quedar  como el irresponsable que no quiere cumplir, entonces si fuera así no habría empresario alguno que me de la oportunidad de trabajar para cumplir con mis pagos pendientes.

La seriedad de un cuadro como la San Martín debería de haber sido imitado por aquellos que se respeten, y busquen el bien del fútbol asumiendo sus responsabilidades, valgan verdades la San Martín se canso de estar en un ambiente “chicha”, donde su mayor culpa es ser responsable y consecuente con sus actos, parece que ser una entidad o persona seria termina siendo negativo, cuando en realidad es todo lo contrario.

Seamos sensatos la crisis actual del fútbol es solo un espejo de la crisis del país, que no es económica, sino de valores tales como el respeto, y la sinceridad que son a la larga parte de las bases de la justicia, pero variar en este país decir la verdad es un pecado capital, como bien me dijo mi amigo Adam Peña, es mejor herir con la verdad que matar con una mentira.
En el caso del fútbol se sigue baleando al cadáver, y para colmo se niegan a enterrarlo por que en su “cabeza mal” pensada sigue vivo. Llegó a la conclusión que esta historia sigue mal por que nadie es capaz de ser sincero, y dejar la mente mal pensada para escuchar a las personas e instituciones que aunque parezca mentira tienen la suficiente enteraza para decir la verdad.

Como se lo escuchaba al recordado Litman Gallo, mejor conocido “Gallito”, en los años 90, que pena me da mirarte cuando te miro, mi querido fútbol peruano.
   

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