El segundo post sobre el valor de la amistad y la marca de la sinceridad

Bueno y ante dos días de ausencia en blog esta noche he decidido escribir sobre mis amigos, ya les conté sobre Jaime, Susy, Miguel Ángel, Carlos, y Fernando ahora voy a contar lo que es ganarse la confianza o por lo menos el aprecio de las personas que con solo conocerte una vez se terminan ganando tu aprecio por lo uno llama sinceridad.

Aquí debo empezar por una persona de quien no mencionaré su nombre, pero si sus iniciales estoy seguro que a este buen señor no le gustaría ser un personaje público llamémoslo T.A de él puedo decir que con solo hablar una hora con mi padre en el antiguo, y clausurado hotel Crillón, me abrió las puertas para conocer por dentro el mundo de la televisión, y estoy seguro que donde este siempre me recuerda, y yo a él, de hecho quedo muy marcado en mí su enseñanza de sensatez, para resolver los problemas que se presentan en el día a día.

Por ello siempre pongo como ejemplo su experiencia en una transmisión de voleibol desde Ica, y como de manera tan hábil dio una solución real, y concreta a un problema bastante serio, esa sensatez es la que admiro y fue lo mejor que me enseño tan distinguido caballero, donde este muchas gracias.

A ver siguiendo con la lista no puedo dejar de escribir sobre Adam Peña Passapera, un locutor que no solo tiene una muy buena voz, sino también el don de la libertad que le da una sinceridad, y llegada al corazón que pocos tienen, aunque solo me conoció unos meses, y yo primero no le daba mucha bola, me demostró es inmensamente grande de espíritu, y fe en Dios, ya quisiera almorzar o comer con él todo los días para contarle mis frustraciones, y me levante con su palabra de aliento, y energía del alma que te llama a una reflexión

Como dije antes difícil mencionar a todos mis amigos en su solo post, pero así como no deje de mencionar a TA no puedo dejar de escribir sobre mi tía Blanca Aguilar de Yong, es una dama en todo el sentido de la palabra mujer de mucha clase, entregada a su familia y a su negocio, no se quien le enseño tan bien el arte de atender y conocer a los clientes que visitan el mejor chifa de Lima el San Joy Lao, y no es publicidad pagada sino una realidad puesto que ambiente más calido, y amigable para comer no puede haber.

Mi tía Blanca es una maestra en el arte de la esperanza, y de brindar confianza para hacer preguntas que a simple pueden parecer inocentes, o muy tontas, pero ella nunca es descortés, su amabilidad es sin duda un sello familiar muy aprendido por sus hijas Verónica, y Vanesa, y no se puede dejar de mencionar a su esposo y señor de la cocina china mi tío Lucho Yong, no solo es un médico reconocido, es también quien dio el toque de arte y amabilidad a la calle Capón, y les tengo mucho por agradecer, estoy seguro que el diccionario no hay un millón de sinónimos para decirles con diferentes palabras lo buenos que son.

Ahora se me viene a la mente el nombre de una persona que nunca he olvidado, pero de hecho me recuerda, y me va a buscar cuando este listo mi amigo Alfredo, quien es un empresario del taxi muy ingenioso, hábil, y honesto. También se que cuando este en un apuro sea la hora que sea siempre estará allí en primera fila para auxiliarme, no sabes todos los abrazos que te mereces Alfredo.

Siguiendo con la lista y aunque esto ya se hace muy largo imposible no mencionar a un héroe, y seguidor del cómic como yo, Ángel o mejor dicho “Angelito”, nunca me dejas de dar la respuesta a mis problemas existenciales, y siempre con el mejor ejemplo que puede haber: los superhéroes, esos personajes con los que crecimos en los años 80 y 90, y que dejaron en muchos de nosotros los valores que hoy cultivamos y nos hacer luchar por la justicia desde donde nos toque estar, usted Ángel es un héroe nunca lo dude, un día yo seré Ala Nocturna, y tú el Hans Solo para que viajes por el universo con el Halcón Milenario de la imaginación, y concretar nuestros proyectos.

Bueno no me puedo despedir sin rendirle un justo homenaje a dos mujeres que valgan verdades son de ensuciarse los zapatos, y salir adelante contra viento y marea, me refiero a Rocío Vara, e Ivonne García, déjenme decirles que sus esposos tanto Carlos, como Luchito se sacaron la lotería con ustedes, aunque no puedo dejar de comentar que cuando se molestan inspiran mucho miedo, tanto que prefiero no salir de mi casa, pero en el fondo, y siempre lo sacan a la luz son dos mujeres que tienen el mejor corazón.

A Rocío se la podría llamar la señora de Sprinfield, eso va mucho más con ella que su antiguo apelativo de Brujita, y usted Ivonne pues como se lo dije una vez por escrito tiene una garra familiar heredada de su señor padre, el gran Cuki, que difícilmente podría haber otra como usted, para ambas mi mas fuerte abrazo y pido a sus esposos las abrasen siempre, y sepan que tienen a las mejores personas a su lado, y sus hijos Carlos Ernesto y Rafaela serán dos ejemplos a seguir por su generación.

A ver en el próximo post sobre amistad hablaré sobre una persona cuyas enseñanzas influyeron mucho en quien soy ahora el gran E. Cobos, y Fernando Sarmiento, dos caballeros y periodistas excepcionales, y por su puesto mejores amigos, y maestros  bueno con este post me despido buenas noches.