Aclaro
que quien escribe estas palabras es uno de esos soñadores de la justicia que
más allá de doctrinas política o una fe religiosa es fanático de decir lo que
piensa así no guste, no soy contreras, pero tampoco borrego insigne del
instinto de supervivencia que dice a todo, “si señor”, porque ojo una cosa es
estar de acuerdo, otra dar la contra y otra ser un “perro dehorteano que no
come ni deja comer”.
Es
así que hoy al margen de cualquier marcha que me hace perder tiempo, por
desviación de un tráfico en calor limeño o de griterío de quien venga, quiero
decir que no puedo estar de acuerdo con un castigo, tan gráficamente asesino
como ligar las trompas o cortar los huevos como el aborto.
Yendo
al diccionario de la lengua que nos rige la española, proveniente del reino de
Castilla, aborto tiene la siguiente o siguientes acepciones:
"1. m. Acción y
efecto de abortar.
2.
m. Interrupción del embarazo por causas naturales o
provocadas.
3.
m. Ser o cosa abortados.
4.
m. Engendro, monstruo." (web de la RAE)
Así
digo que el aborto no es derecho, bajo ninguna circunstancia, en mi caso
también (en este momento) me opondría al aborto terapéutico y pido a Dios no me
de a elegir entre, la vida de mi esposa y de mi hijo, esa decisión se la dejo
al espíritu santo y siguiendo las palabras del “Padre Pablo”, “Jesús mi señor,
haz tus designios, pero ahora o nunca”.
Por
ello digo que el aborto no puede darse en una sociedad que se digne de
civilizada, ahora si vamos al feminismo y su defensa de la mujer violada,
podemos replicar que un aborto, no es un tema de “te opero del apéndice”, no el
aborto es una circunstancia forzada al que exponemos a la mujer a un grito de
dolor, tan fuerte como la misma violación.
De
carácter psicológico les digo el aborto deja tantas secuelas como la violación
y ojo que me lo han dicho prostitutas en diferentes trabajos periodísticos que cuando, una mujer habla de aborto se expone a
un peligro mayor que el mismo ultraje, pues hablamos de matar una herida y de
negar una segunda oportunidad.
Tal
vez la mujer o si lo digo seguro, que una mujer violada no crie al hijo que en
circunstancias totalmente aborrecibles, engendró, pero negar una vida es ir en
contra de una sociedad dolida, desesperanzada y que se niega a ver un trasfondo
de enfermedad mental crónica e irreversible que debe ser materia de salubridad
pública, enseñanza abierta y parte de un proceso de aceptar a un ser humano con
virtudes y defectos, tan fuertes como la capacidad de solo una mujer dar vida y
entereza, donde se extinguió la confianza de un paso firme y de cara al país
que debemos construir con acuerdos y tareas, para todos.
Es
así soñadores de la justicia como Cristo se hizo hombre y dio el ejemplo de que
se puede escapar de la muerte y como 30 millones de peruanos definiremos el
proyecto de vida que queremos para nuestra sociedad los siguientes cinco años,
en que debemos elegir no entre lo viejo y lo nuevo, sino en el tipo de sociedad
que queremos legar a quien nos tome la posta una vez, cumplida nuestra misión
en el mundo terrenal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario