Soñadores de la Justicia, había dejado
de postear a veces el calor inunda de humo la mente y pone lagrimas a un día
que debe ser diferente al de atrás…Hoy es poco más de reflexión, desconexión y
saber que mañana es un destino al que vamos a llegar ya sea a ritmo de baile,
con una buena película o atendiendo lo que la familia demanda, es sábado por la
noche, por Dios que podríamos pedir en un verano, donde se fulmina todo menos
la intensidad del calor.
Exactamente no sabía que debía de
escribir decir o dejar de decir, tan solo miro al cielo, allá veo una estrella
y pido a Dios (ese Dios que existe en todas las religiones y culturas), que por
un segundo piense que sus hijos crecieron, que sus hijos trajeron otros hijos,
para los cuales un padre es tan Dios como una madre, claro hay los “hijos de
puta”, pero muy contrariamente a la frase, hay que decir que una mala persona,
no es necesariamente “un hijo de puta” y además en algún lado leí o en algún
avión me dijeron la frase, que “los políticos no pueden ser hijos de puta”, por
que una puta, inculca a su hijo o hija que “no se entrega el corazón a cambio
de dinero”, claro que para esto entendamos que una cosa es la vagina, la rica
lengua con saliva y otra el corazón.
Ahora bien, en una noche de 28
grados, me imagino como debe arder la arena del desierto iqueño o de Sechura,
norte y sur o sur que va al norte, la verdad ambos luegares son sitios de
fertilidad agrícola y una demostración falta de entereza, para desarrollar lo
que la naturaleza entregó al hombre, para comer del sudor de su frente. Y si
ese sudor que arranca el fuego y busca un sorbo de agua, donde el viento te
lleva rápido como la “hora loca” de una discoteca barranquina o la bala
extraviada que se mueve en un mal llamado Yauca (Callao), donde la “hora roja”,
es inevitable porque si señores, se cumple en el puerto peruano que la “letra
con sangre penetra”…
La nota policial es muy calentona,
como novelesca, si en el puerto se llora tragedia, en el mar se flota de
esperanza, recuerdo mis días de Ludoviko o Chanchoviko (gracias doctor Abraham Ramírez
Lituma), donde veía pasar a mi lado, un lugar diferente, allí en una calle
teatro se mezclaba, la exaltación de un diario, con lo que fue alguna vez la
crema y nata de los hogares chalacos, no sé, pero luego de mi paso por las
palabras de don Abraham, quedó en mi un sentimiento “cholaco”, que dejar de repetirme
la pregunta, si volveré por las calles donde un día sentí la paz de la orilla y
la brisa que trajo un toque distinto a mi vida.
Hoy a unos años de mi pasado
reciente, siento que maduré, más no cambie, siento que entendí lo que significa
el mundo del 2016, pero aún no estoy preparado para el 2017, es más no sé que
pasará al amanecer, tan solo sé que no sé nada o tan solo se que en este camino
así como te encontré Mei Ling, también perderé más personas que abrace como
hermanos y hoy con una nostalgia de fuerte verano, tan solo son recuerdos
estampados, en la “Liberación” de la “Lima de Hoy”.
PD: En honor de Ca….Tex, por siempre
gracias “maestro del metal”.
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