Buenas noches soñadores de la
justicia, es una madrugada de domingo, muy común en un verano electoral, que
puedo decir, sino vives en el Perú, el nombre de Mario Hart con mucha honra, y es
honroso todo apellido: Quispe, Mamani y Ventura, por supuesto, uno puede
pensar, “Azuu” y descendiente de europeo o indoeuropeo, postula al Parlamento
Nacional, pero la realidad la sabemos de desde Combate, hasta Esto es Guerra
(EEG), no es tan audaz, como un piloto de Dakar.
Seamos honestos y digámoslo
siempre, el Perú no tiene política desde 1990, no porque Vargas Llosa perdiera
ante Fujimori (Alberto), sino que el peruano como tal “cholo, emergente y con
huevos de machomen”, no es más que rehacío a escribir con detalle de artesano
la historia de su propia cultura. Así Lima es una radiografía del Perú que no
queremos, pero al cual nos aferramos.
Si Mario Hart (sin
menospreciarlo y admirando su habilidad para el deporte de los fierros),
postula al Parlamento, no es más que la farándula chola y copiona que Magaly
Medina, conceptualizó bien, en la palabra: “Chollywood”.
Pero bueno que podemos esperar
de un pueblo afincado en la tv, que grita veo cable carajo!, agárrense fanáticos
de la serie “The Walking Dead” (6 temporadas, canal Fox, subtitulada en
castellano y doblada en Blu-ray), pero que en el fondo prende su pantalla Standard
Definition a las 6 de la PM, de forma religiosa para ver a las ex señoritas
(grande por la frase Angie Palomino), estar ventilando historias de amor con “pequeños
galanes”, que se elevan para besar a las diosas, vestidas de azul y oro.
Así se sacan las garras de los
leones y los dientes de las cobras, para reflejar un país, cuando menos hundido
en el facilismo automático de ganar, cual formula de “Pepe el vivo”, es decir ante
tú inteligencia, lo pendejo prima y da billete lorcho.
Si lleváramos esto a la “hablanza”
(no sé si este bien escribirlo con Z), de una cultura popular o de similitud
con la peruana, diríamos: “Pendejos, son estos”.
Me refiero a “pendejos” en el
sentido mexicano de la palabra (ver el Día de los Verduleros). Si somos un país
de “pendejos” y una “política añeja”, en el tonel de una bodega de vino iqueño
olvidado.
Se nos ha pasado por alto el
valor del Masato y el Chuchuwasi, vertidos en la Guinda, innata de un balcón de
Huaura.
Lo señalo porque hemos dado paso
a un brebaje rancio de nacimiento y de borracheras de ladino. Donde más
importante es, al final y al cabo, el voto cruel de la curul caliente y sueño rítmico,
que un día, quien sabe, volverá a jurar por Dios y por la plata, en sus sacros
aposentos del jirón Cayllona, con aroma de la Nené.
¡NO MANDES CABRÓN!, que nos
cae de panza el buey en jefe de la Colorina, huevón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario