martes, 28 de julio de 2015

Un 28 gris: candidato y presidente

Era enero del 2011 tenía un trabajo nuevo creí (erróneamente veo ahora) había alcanzado el primer peldaño del cielo, hoy cuatro años después veo que el cielo es tan inalcanzable como volver al pasado. Si soy peruano, periodista, pensé que podía ser un soñador de la justicia, pero un chalaco, vecino de La Punta me bajo de mi nube y viré a un túnel inesperado, salir del trabajo es difícil, perder la confianza es perder la esencia del trabajo.

Si el amor y el patriotismo es un sentimiento que no entendemos, el ser peruano es un bien que no vemos, es un valor que pensamos devaluado por el cual caminamos y nos creemos vividores de un mundo neoliberal, en cual seremos una realidad de salto al futuro para decidir y echar andar el trabajo de donde queremos estar, cuando la jubilación de la ONP o AFP llegue por nosotros o mejor dicho hagamos la cola por ella, si tarjeta de débito no tenemos.

Perú es un lugar que quiérase o no, es tan de izquierda para elegir, como de derecha para gobernar, aunque a decir verdad, la inclusión la da el trabajo, privado o público, no lo sé, señor, congresista no soy, empresario de mi destino tal vez, si se me deja elegir un día entre combi, custer, bus, tren o metropolitano, para ir a laborar.

Es cierto somos gobernados por quienes en realidad nos conviene o por quienes nunca quisimos para nuestro interés, el Perú es así, país terco, insatisfecha y a donde algún no volveremos si tenemos la oportunidad de salir como balseros van a Miami, desde que Castro llegó al poder en La Habana, pero no en Camagüey y eso que hey hey, en La Victoria es Camagüey, un sábado o domingo por la noche en la carretera vernácular de la  búsqueda de un lugar, para estar con tu pan con huevo, o quinua que en Nueva York es más barata que comprar dos por uno en Wong, que por cierto es tan chileno, como el suspiro Soprolé, que lleva por nombre a la limeña y seguro sigue el arroz con mantequilla que en la casa de mi abuela, comía disfrutando de la vista de la Casa del Freno o del Hospital del Niño, dos cuadras más allá.

Si de candidatos y presidentes hablamos, hay que decirlo, no hay más candidato que tú padre a presidente (sin importar quien sea), no hay más primera dama que tú madre y no hay más jefe de Estado, que tú cuando acudes a votar por convicción y no por multa a pagar…Feliz 28 y 29 de julio, señor, San Martín, que naciste en Argentina y dejaste paso a Bolívar, para que en lo alto funde su país, idolatra con plata y gas, que tenía como destino la herencia del Perú, siempre profundo, papá (abogado del Jilguero Huascarán)…



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