lunes, 3 de marzo de 2014

Fa Sam, Viraco, Huaral y Austria puntos del universo: se encontraron en San Marcos

Fa Sam, Viraco, Huaral y Austria puntos del universo: se encontraron en San Marcos
Soñadores de la Justicia, empezando por don Roberto RV y terminando por Dorita buenas noches, antes que nada aclarar Fa Sam es el lugar de donde provienen los Koc y cuya deformación de fonética convirtió en Acat (mi apellido materno).
Viraco es un pueblo de riqueza descomunal aún no descubierto por el imperialismo y la fuerza cruda de la ambición desmedida gracias a Dios, aunque si olvidada en un lugar donde valores familiares sobran y dan cátedra al “mundo moderno” del capital Made In te saco de La Parada, por que así titulares en los diarios tengo y don días son famosa como alcaldesa, como para decir que chambeo poniendo orden.
Huaral es el lugar donde crecí sin querer queriendo, donde solo dormí una vez en casa de mi tía Marlene, donde me empecé comiendo mangos con todos mis tíos y donde aprendí a explorar con una botella de vidrio llena de coca cola y con mochila de Parchis, aunque nunca pude vencer al miedo de entrar a la vieja iglesia construida por mi bisabuelo y donde un día con plata que ahora no tengo una gruta para una misa quisiera hacer y en esa misa nos encontremos los descendientes Koch con el resto de la familia llegada en el tiempo por la denominada explosión de amor demográfico.
Por eso no solo de inga o mandinga, sino de gringos que tiraron lampa con chinos y japoneses tiene el Perú.
Los Koch Prattes llegaron de Austria en un barco, no se como pararon en Huaral, no se si fue su raza o que no les quedaba otra que dieron cultivos de frutas a lugares donde solo se veía tierra y luego se llamo en honor a ese poco de millones de polvo “Esperanza Baja” (esto es lirico por se acaso).
Hablar de mis abuelos es hablar de hechos y relatos que mis tíos en mi niñez exageraron y marcaron, tal cual la palabra cojudo que sin querer queriendo y con mucho arrepentimiento aprendí de Alejandro y luego insulté para mi no perdón y recordatorio de amanecer a mi abuelo Rosendo delante de todos mis tíos en el viejo depa de la avenida Garzón en Jesús María, cuando este tomaba su café y yo no tenía que repetir par dármela de “matoncito” como siempre me lo recuerda mi papá.
El hecho de este post es que todos los puntos del universo o del globo donde vivimos tienen un punto, una unión, muchos cuerpos y una sola cabeza, pero así como una sola cabeza ambiciones o deseos diferentes.
Yo no quiero vivir en China por ejemplo, pero si conocer Fa Sam, no quiero ir a  Austria a menos que alguien me pague el pasaje y el tránsito de dos días para ir hacía Madrid (lugar donde quiero aprender para luego estudiar con la experiencia singular de un peruano que nunca leyó un cuento chino).
Pues el universo se une, se comprime y te lleva por el camino del estudia de las aulas y en este caso de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde mi padre no solo aprendió a amar a madre, sino que estudio de manera inconsciente la falta de amor en una vida de éxito sufrido, de amor al trabajo que no fue esquivo, y no pudo más que dar el amor que un corazón aislado en una Lima sin revuelta propia pudo dar.
Ana María mi madre pasó de peinadora a mucha honra y caminando de Lima a Huaral según ella (yo eso no le creo) a abogada de causas y expedientes con notarias en el camino.
En mi vida tengo mucho de que culparme, tengo mucho por remendar con la herramienta de zapatero de mi abuelo Roberto, pero tengo más que decir.
Hace años un matemático de nombre Desier (no se si este bien este bien escrito) dio al mundo un sistema de puntos para dibujar con regular simetría y armonía, para que la desesperación no invadiera al artista.
Hoy mi nombre de origen eslavo; Vladimir, mi apellido primero Rendón de origen español salido en Perú de Cusco y luego de Viraco; dieron el encontrón al amor en un lejano Huancayo donde dos tortolos iniciaron una familia, con un hijo que no es su santidad el papa, quiso cambiar las cosas, erro y robó en ello, pero se arranchó asimismo el corazón de un padre, el abrazo de una madre se ganó el grito de Roberto y Dorita, para luego simplemente recoger una botella cuyo contenido de agua es tan valioso para la subsistencia como los puntos que unen el universo que hoy conozco como hogar junto a Bucky y donde quiero por amor ingrese Mei Ling.


PD: Dedicado a Liu Ro Quen quien me dijo en un viaje a Huaral “Algún el mundo no tendrá tanta comida como habitantes por alimentar y es allí donde la tierra como Huaral salvará lo que tu llamas desayuno que hoy es para ti tan natural como viajar de Lima a Huaral en tan solo una hora”.

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