jueves, 9 de enero de 2014

No se por qué morir, pero si se y con convicción de fe por que debo vivir

Sabes hoy me preguntaba mientras veía en TNT las últimas escenas de Titanic, por qué debería morir, por qué una o dos veces al año dejó flores a algunos familiares que ya llevan años olvidados en un nicho de cementerio, me preguntaba si me debía ir con ellos al más allá? Sabes Dios, la peli de Titanic solo la vi en el tráiler y en los reclames de tv, hasta que hoy vi casi los 5 o últimos minutos en cable, y la verdad, no me puedo responder por qué debo morir o por qué en el olvido de mi memoria quiero quedar, mientras a diario llamo a Mei Ling, pienso en que tan feliz podría ser mi familia, si mi amiga Mabe y mi padrino Derrick estará bien? La verdad no se por qué morir, pero si se por qué aunque duela (y también goce con el caminar de un ojo pollo en dedo chico del píe que duela hasta cuando no camino) por qué debo vivir, y cuando voy al cementerio me doy cuenta que no voy por qué ellos me extrañen o yo los extrañe mucho a ellos, voy al cementerio por qué es uno de los pocos lugares donde se respeta mi silencio, donde la voz mis pensamientos fluye para que una sonrisa de los que arriba están disfruten viéndome vivir y sabiendo que pesé a los problemas y falta de todo menos de fe, sonrían viendo vivir. Tengo mil sueños por cumplir, escribir en un diario, ver como una profesora lograda a Mei Ling, volver a Panamericana (que finalmente es de las pocos lugares donde he trabajo que puedo llamar hogar) y sobre todo vivo por qué, haya vivido lo que haya vivido con errores y aciertos es único que realmente me hace feliz, al salir de la cama, sentir la ducha, respirar lo que se puede respirar y tan solo seguir en un lugar donde no se por que tú Dios me pusiste, pero si se que sigo andando por un sueño lo voy a descubrir, por lo pronto se que tengo mil amores, con una sola pasión o tal vez miles, no lo se, pero despertar cada día es la bendición que junto a Mei Ling y mis padres me supiste dar y no olvido a Bucky con un pequeño Roberto Eliseo que un día en mi fe papá se que llegará y a sus abuelos abrazará en su deseo de un beso arrancar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario