Si soy fujimorista, no cegado, es porque reconozco que
Alberto Fujimori encarnó en los 90 un cambio de visión del Perú que como todo
en la vida trajo cosas positivas y negativas, trajo trabajo, pero no nos cambio
de conciencia y menos de hábitos, nos dio si una economía emergente, repelió al
bill terrorismo que hoy en día ha tomado la forma de inseguridad ciudadana.
No puedo aplaudir a los colina, que ya bien presos están,
tampoco me pidan que sienta dolor por tanto terrorista y mal nacido que echa a
perder a jóvenes atrayéndolos a los malos hábitos y despojándolos de la fe en
el mundo por cambiar, ahora los malos hábitos asistencialistas ya existían en
el Perú antes de Alberto Fujimori y la fabrica de vagos sigue existiendo
gracias a un cheque de 100 soles que el Estado te regala con mis impuestos que
para mil cosas puede servir (léase programa Juntos).
Ahora no hay que ser pobre o predicar pobreza para ser de
izquierda, así como tampoco se es explotador o inhumano si es de derecha, al
contrario la historia demuestra que la derecha es la que genera riqueza y
aporta con los programas humanitarios del mundo para generar riqueza y la
izquierda con “B” moles muy marcados promueve la solidaridad que tan necesaria
es, pero también mal entendida y distorsionada por ellos mismos.
La derecha en si es un amor por el trabajo y el respeto por
el capital ganador que repercute de manera directa en tú familia, la izquierda
si tuviera apertura para no insultar y no promover marchas que destruyen honras
sería mucho más respetable y la derecha si tuviera menos heridas provocadas por
las muertes terroristas sería más compresible.
No castigo a la izquierda puesto que de una familia de
izquierda vengo, pero a su vez también vengo de un padre que a la violencia
diaria me somete junto con mi madre y es una violencia cuya arma son los
gritos, la indiferencia y enrostrarte tus errores a diario haciéndolos ver a
ellos como los sumo sacerdotes de la moral, una moral que puede entender, que
es valida, pero que en su caso es extrema y descarnada para conmigo.
Ahora tengo grandes amigos de izquierda que me dieron
apertura a la conversación, que me dieron fe, trabajo, oportunidades y
esperanza en mi, así como también muchos de derechas o otros mucho más
fujimoristas que solo creían en mi.
Sería muy mezquino y mal agradecido sino reconociera lo que
muchos de diversas corrientes ideológicas hicieron por mí, por ello aunque me
tenga que morder la lengua no puedo criticar a ninguna de las partes, tampoco
puedo aplaudir lo que a diario hacen, y menos puedo ser tolerante con el
insulto de hechos que no volverán a repetirse, pero ellos o todos no entienden ello
de buena fe, será que la buena fe se perdió en el tiempo y en los albores de
una historia donde manda la pasión por la revancha, pero la sensatez por la
paz.
Es para mi difícil escribir esto mi padre es el primer
soñador de la justicia que conozco, mi madre es a su manera una heroína en el
mundo que la rodea, mi hermano una persona que se la faja por sus formas de ser
que a él le resultan para bien, y yo soy una oveja negra que no comprendo a
cual de los mundos pertenezco.
Se que donde estuve o donde estoy siempre doy todo de mi,
muchos me creen un aprovechador, otros un interesado, muchos otros un huevón a
la vela, pero yo solo creo que soy alguien no se encuentra consigo mismo,
puesto que aunque con mi familia a diario por que ellos así con su ejemplo me
educaron, solo se que amo ser feliz con Mei Ling y amo ser periodista así mi
ámbito de acción sea solo una pc, sin poder narrar la realidad que no es dura,
solo es complicada para poner en juego nuestra imaginación y cambiar el mundo a
uno que sea mejor que hoy.
PD: Dedicado al primer soñador de la justicia que debe de
ser quienes más me aman, pero más me enrostran los errores atándome a un pasado
que no me deja cambiar: Roberto Rendón Vásquez, mi papá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario