La Parada Show capítulo II: Retorno inminente

Es cierto que La Parada es un lugar que en el tiempo se quedo sin avanzar, es tal cual un paquidermo que tiene como vigilante a un tigre diente de sable, ambos extintos, pero a la vez añorados por la leyenda, la historia, las personas extrañas que gustan de la parafernalia y por supuesto un lindo lugar para buscar votos elección, tras elección. En el país se tiene que respetar el Estado de Derecho y el contrapeso de las instituciones para evitar el abuso, pero no se puede descalificar moralmente a quien imparte justicia, en este caso el Poder Judicial, aunque la Municipalidad de Lima tiene que "marcar su territorio" y defender a los vecinos, no se puede dejar sin una herramienta de trabajo a miles de personas que viven del comercio de La Parada, por el contrario con lo acontecido hoy la alcaldesa Susana Villarán, tiene una gran oportunidad para tender puentes, lanzar sogas y abrir trocha en un lugar adverso a ella, pero para ello no se necesita la fuerza legal de la embestidura municipal, sino la maña (en el buen sentido) para salir con grandeza de un problema que de solucionarse con cordura, olfato y mucha persuasión daría a Susana Villarán, el nuevo aire que necesita para gobernar la ciudad haciendo valer su cargo y ejerciendo su autoridad con elegancia, clase y don de mujer que aunque se quiera ver en un terreno no muy santo es el arma necesaria para decirle a Lima. "aquí la autoridad soy yo".