Buenas
noches Soñadores de la Justicia, es un día o mejor dicho fue un día elegido
para vivir hacía adentro, con el tiempo escribir se volvió un modo de vida, las
distancias largas fueron las camitas acostumbradas, ya que este año que se
acaba fui testigo de como la ciudad se transforma con el pasar de un bus,
paraderos de todo tipo y sin ocasión elegante, gente que espera el transporte
público ya no en la acera, sino donde riegas el jardín con lo que tu cuerpo
bota de agua.
Es
mi Lima bonita, aquella que aprendí a querer tanto como el Callao cuando busco
la paz en el libre albedrio de playas de piedra, pasando por todo un pueblo que
clama por la libertad segura que ya los policías no se dan abasto para dar.
Si
ser limeño es una bendición, ser chalaco y escuchar misa en la iglesia Matriz
debe ser un bendito privilegio, pero no hablo de Arequipa o pecado sin perdón,
si pasaporte characato actualizado biométricamente, tengo…No soy nacido en la
ciudad resguardada por la piedra de sillar, pero soy de alma rebelde como lo es
hoy un profesor de derecho que se colgó de una catedral para fajarse por una
democracia naciente en los años 50, donde dos hermanos, que Rendón tenían que
ser defendieron algo que hoy es un cuento medieval, ideales señores, han
escuchado ese concepto?, pues yo lo había escuchado, pero nunca supe su valor
cuando ante la tumba de mi abuela (Serafina) y mi abuelo (Rosendo), me
preguntaba en que momento se quebró el mundo que nos dividió entre el oriente y
el occidente, con un océano interminable de valor, donde nos une todo y nos
separan todos?
Somos
peruanos y sería injusto dejar de lado Trujillo y También Lambayeque, donde mi
tía Pepita nunca me negó un techo para protegerme del sol fuerte de la
primavera y un chino-peruano Kamt de Monsefú no me dejó en la soledad de un
lugar que mi infancia conoció y mi novia se reencotró…No soy fan de ponerme
cursi, para llorar, pero soy fan angustioso de rechazar las noticias que este
mundo me da, soy un hijo de la planta de la naranja y la mandarina de huando,
soy un amante de mis lados nada amables, de derecha para poner el culo a
trabajar y de izquierda, para no condenar con fusil, sino con letra letra
blanca, lo que otros advenedizos dicen venerar, no voy a ser ingrato a todos
debo algo, a todos debo nada, pero a un Antonio que no sé, si será hincha del
San Vicente (que jugó en primera por los años 80), todo mi agradecimiento y
decirle que nunca dejo de ser amigo y no puedo decir que “soy trosco”, sino
pendejerete, para no dejarme sorprender por quienes no toman el te verde, para
caminar en el verano del 2016, tampoco soy pendejerete, para agendar lo que mi
palabra no ha de cumplir y no uso colones en la rico costa, para comprar casas
y oficinas que nunca he de usar.
Soy
un caminante que se hizo al andar de la trocha, sé que un día la factura del azúcar
he de pagar, pero ninguna insulina será de más valor que ver una sonrisa de Mei
Ling, perdonando mis pecados que cometí y de a montón, pero tenía que aprender
a vivir en esta efigie de cemento, donde cada vez hay menos agua y donde cada
vez hay menos tiempo para comer pan…
No
sé si te gusta a ti navegante de Internet o twittero o facebocero como yo
escriba, pero un puto carajo me importa, ante tus ojos, pero ante tu corazón
que me pide navegue hasta una ciudad donde nunca habrá invierno, Bagdad, el
lugar de la paz señaló el gran Simbad…
PD:
Dedicado a Antonio Vicente (agradecimiento total), mil gracias por siempre y
disculpa no puedo escribir poquito tratándose de mi.
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