viernes, 18 de abril de 2014

Cuentos de sala de redacción




La redacción es el lugar natural de todo periodista, no puede haber periodista sin jefe de informaciones o sin jefe de redacción, sin redacción no habría periodistas, así como tampoco lo habría sin puteadas de por medio que seas hombre o mujer igual las hay y si que las hay.

El periodista es un ser humano que pasa advertido y sin advertir consigue, lo que da a él o ella algo invalorable que le da el statuo quo de irremplazable, eso que te hace irremplazable mi querido amigo se llama primicia y se consigue en el único lugar de las afueras de la sala de redacción: la calle o rica yeca, el dominar esa rica yeca, te hace fuerte en caparazón, más no por dentro, por que por dentro sigues siendo humano y humanos es lo que periodistas no podemos dejar de ser.

Emilio, por ejemplo, un compañero de redacción, que es chiclayano puro, pero con acento de limeño, es un ejemplo de humanidad, llendose al chifa, sin pedir alguito más y esto es broma, por que en el chifa no lo he visto, al contrario lo veo tanto en la redacción como en el face, cuando protesta contra la falta de estudios de impacto ambiental, para la inversión petrolera, de Emilio puedo decir que su esposa es tal cual él, una señorita de estampa limeña no mazomorrera, sino salchipapera que al llegar a la redacción, dice “don Fausto y ahora donde voy”, es que JM es reportera y también es mamá, una mamá que jueves santo, va pa la misa matriz, por chamba nada más, de paso cabe decir que el rosado en cámaras le cae bien, pero mejor le debe de caer la sonrisa de su pequeña Adriana, en lo que será sin duda un día de nunca olvidar, para ella y su familia, su primer día de la madre, y si es que JM es esposa de Emilio, un chiclayano de raza y soñador de la justicia, con abolengo de católico, apostólico romano, que sueña con la justicia como usted y no como yo, por eso que viva Vegueta y Goku, sin Sayayin.

Repaso la redacción y encuentra a la jefecita Gisela y también Gis B, una mañana y otra de madrugada que se deben de conocer tan bien, como usted me conoce a mi, hoy es viernes de crucifixión y la redacción no duerme, es más la redacción nunca duerme, nunca duerme por que sin ella no habría periodista y no habría noticia a la vista, es que la información que necesitas como periodista esta en la sala de las pcs y en la calle pa después, donde la papera te espera con sándwich misto y sin café, pero con coca cola que diga ingresa ya, que la noticias como los hijos nunca esperan, en el periodismo lo único que no espera es la noticia y la noticia donde esta en la calle del señor o en el rincón de las ánimas, ocultas tras una red y un micrófono que don Humberto Mártinez Morosini, hizo propio al gritar los goles de Perú campeón con tanto de un “Cholo” Sotil, que nos hizo delirar ante Colombia y yo por no haber nacido no lo vi, pero lo vío el colocho Sape, que ese día no hizo más que irse de segundo en una Copa América, que solo escrito en un libro historia y en la memoria pelotera está.

No puede haber sala de redacción sin amistad, en ese tema Mariela 7.3 es experta, por que ella saca el tema y el invitado con teléfono bajo la manga y de paso menciono al buen Fausto y el señor Ruiz que saben de noticia de calle, como derecho del ser humano con lógica propia aprendida en un solo lugar, la sala de redacción, que debe de tener siempre una cafetera y un hervidor para la manzanilla y bajar la presión, esa presión se llama noticia y noticia es lo que debo de buscar en viernes santo, donde una clínica de nombre San Pablo, me la puede dar si hace su practica denunciada una forma de negocio de vida, donde vale más bebe y padre sin maternidad aprendida en una noticia, que seguro integral en el lugar más cercano para mi: la sala de redacción, familia querida del cheo Feliciano, que vivió para contarla y el periodista para en su sala de redacción decirla.



PD: Dedicado a Adriana, la que si no es periodista, podría ser cineasta o lo que sus padres elijan con el ejemplo de chamba y amor al abrazarla.

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