Soñadores
de la Justicia buenas noches, hoy la verdad de inspiración poca para escribir,
es una noche de esas que no te más que para la cama y pensar que mañana no
llegará…mi padre, siempre mi padre está ardiendo conmigo, me odia, me quiere,
lo dice se contradice que se yo, es mi padre comunistón complicado, no quiero
ser como él, pero no podría vivir sin pensar en él…
Créanme
las relaciones de “te amo, pero te rechazo”, son muy cotidianas en mi vida, ser
hijo de Roberto Rendón y Ana María Acat es un peso que no viene por raza, abolengo
o tener el titulo de Sir, tal vez como diría el peruano de a píe, el único
titulo que vale es el de “varón”, por si sube a un micro y todos te dicen, “colabora
pe varón”, es muy común cuando viajas una hora de Lima sur a Lima norte y de
allí te desvías en un puente y una plaza para el oeste…
Créanme
que Lima es una ciudad “transformista”, en el sur bien a la salida pura playa
pitucona, con ascentamiento humano donde la gente clama por agua y otros servicios
que el arenal no puede dar, te acercas y puedes llegar con suerte de no
accidentarte a la puerta de un hospital de nombre María Auxiliadora, donde
llega un bus interprovincial con más pacientes de consulta externa que personas
que vayan a operarse, es así mi país, es grande y grande por que es el pueblo o
la ciudadanía que con o sin DNI saca este puro y rico rioba adelante, a punta
de “jode que te doy”, es que sí hasta los empresarios reclaman como dirigentes
sindicales y luego se quejan de que no hay plata para cumplir con los derechos
de los otros y deberes de ellos.
Si
fuera mi papá podría decir que Lima, es la costura de un sastre que se dio
cuenta que su suegra, le dio de … sastre, es así pues, pregúntele a don Roberto
que se queja todos los días de su familia y en especial de mi, es decir como
diría este señor abogado de toda la vida cuando manejada de Chacarilla a su
casa, en 10 minutos, desde la tienda de un vendedor de embutidos que tenía un sótano
“caleta y raro”,
“ese señor que lee las cartas es un mentiroso”…
“Por
qué, que me lea a mi, para saber si es cierto”, él (don Roberto Rendón Vásquez”)
respondió, “es un mentiroso te digo yo”, y entonces soltó sus palabras (hasta
hoy repetidas”, “una vez ese que leer cartas en la puerta de donde venden
embutidos, ese que también es mi cliente, dijo todo fresco de huesos”, “su hijo
menor es muy inteligente” (por mi claro está), para variar mi papá dijo, “es
mentira pues, puros ceros traes del colegio”, mi mamá mutis, mi hermano riendo,
yo con un sentimiento extraño, de “amor y rechazo”, que hasta hoy día arrastro.
Es
así hablar de don Roberto Rendón Vásquez, es solo hablar de “Roberto”, por que
por José solo lo conoció su papá (Roberto abuelo) y su mamá Serafina, que por
obra y gracia de la necesidad, le enseñó a mi papá a enhebrar una aguja, coserse
las medias, lavar su ropa, caminar desde varios distritos hasta Ingeneria por
el almuerzo ida, vuelta, vuelta e ida.
Si
es abogado, si lo es, si es bueno, si lo es (como mi mamá y mi hermano), si lo
siento más lejano que historia de la revolución rusa, también, es un papá que
nació, se hizo y se forjó para sobrepasar los años, pero sobre todo, para
decirme en mis lágrimas de sueños y tormentos, que el mencionar algo bueno de
mi, era un pecado, por que no puede ser, que un periodista sea tan humano como
él…es así parte de un corazón que tiene sello y firma, Estudio Jurídico Rendón
Acat, señor…(mi madre también ayudó a forjar).
PD: Dedicado a la familia de allí en Contumaza que siempre me invalidó...
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