Este domingo próximo es el Día de la Madre en Perú, por ello
recuerdo una frase de Buda que repetía alguna vez en sus conversaciones de café
mi abuelo Rosendo, él tenía un amigo gordito y chino de apelativo “Chicho”,
ello culminaban y empezaban hablando de los negocios de su era de comerciantes
y concluían como Buda, que quien más rico es, no es quien más dinero tiene,
sino quien menos lo necesita.
De hecho Buda elevo el espíritu por encima de su ser, sin
dejar de pensar en que en La Tierra gobiernan los hombres y los hombres todos
venimos de una mujer, una mujer que tal vez no sea santa, tampoco malandra,
pero es eso mujer, por que solo una mujer en la ley natural puede ser bendecida
como madre, con el apoyo de un varón, un varón que cumpla el rol de padre y que
sin perder de vista a su madre, comprenda que una familia fundó, por en ello
consiste la norma de la vida, la norma de Dios y la norma de la madre
naturaleza, así suene redundante.
Mi mamá Ana María, me dio en Dorita (mi nana) una madre de a
doble función, por que me educó y solo no me dejó, Ana María tampoco solo me
dejo, pero ella a su estilo me cuido, sin perder la perspectiva de que tenía un
padre a quien rendirle cuentas y a quien no robarle, como alguna vez lo hice y
es el cargo que me muerde la conciencia que no puedo dejar atrás, por que le
quite de su vida no objetos preciados, sino la confianza en la sangre de su
padre, depositada en mi por él, al traerme al mundo.
No se cual sea el motivo por el que yo al igual que mi padre
de una chinita me enamoré y con ella fugarme para casarme quiero (tal como
Roberto y Ana María), ello se casaron dos veces una en Huancayo allá por los 70
y otra en Huaral por el siglo XXI.
No se que le puedo decir a mi madre este domingo, sobre todo
cuando mi Memé (mi abuela materna) está dándole a mi mamá la lección más grande
de su vida: la paciencia, aquella que Ana María nunca tuvo y por la cual yo me
contagié de errores y caí en un abismo de mala persona que solo Mei Ling pudo
rescatar.
Mi padre complicado no es, tan solo diferente al común de
los padres, por que no concibe el hecho que me halla enamorado como él y que
como él me quiera casar a la espalda del mundo, que le pido a mi padre, buena
pregunta es, le pido que este domingo, ni se levanté, ni se embarqué, que deje
a mi mamá haciendo lo que mejor sabe: cuidar de nosotros su familia, solo que
ahora Ana María empieza a comprender que no puede haber madre sin paciencia y
en eso mi Memé está dando la cátedra de su vida.
Nunca te vayas, porque siempre te necesito mamá, necesito de
tú menos, para que se vuelva en mi más.
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